No Permitas Que El Perfeccionismo Sea El Enemigo De La Productividad

La productividad no trata de hacer más. Trata sobre lo que consigues hacer. Respecto a esto, hay 3 aspectos del perfeccionismo que pueden intervenir en nuestra habilidad para priorizar las tareas más importantes. ¿Os parece bien que las aprendamos, junto a las propuestas de solución para cada una de ellas?

Antes, es importante que nos reconozcamos en esta medida:

1.Eres reaci@ a etiquetar decisiones como «no importantes»

Hay una razón sencilla para ello, para las decisiones «no importantes», deberías decidir rápido o bien dejar que otr@s decidan.

Pero para l@s perfeccionistas el hecho de etiquetar una decisión como «no importante» es una tarea dura y ardua. Ell@s quieren tener el control de todo. ¿Por qué? Porque las imperfecciones les molestan más a ell@s que a otras personas. Si alguna cosa va mal, l@s perfeccionistas sentirán una frustración explosiva o un sentimiento persistente de irritación que, todo hay que decirlo, es muy difícil de ignorar; con lo que no quieren correr ese riesgo.

Microgestión

A veces, l@s perfeccionistas están tan acostumbrad@s a la micro gestión que nunca, bajo ninguna circunstancia, ninguna decisión es «no importante». Son cieg@s ante ello. Habitual y automáticamente lo clasifican todo como merecedor de todas sus energías.

Solución

En la vida moderna, la fatiga ante la toma de decisiones puede ser intensa. Un@ perfeccionista puede aprender a amar el soltar el control sobre algunas elecciones si prestan la suficiente atención a cómo de bien sienta el sentirse aligerado de la carga que comporta la toma de decisiones.

Intentar usar heurísticas para decidir rápidamente o delegar con la expectativa que vas a tener mejores y más rápidas decisiones; pero no las perfectas.

Por ejemplo, podemos usar esta matriz (parecida a la matriz de Eisenhower), para decidir cómo actuar en función de las consecuencias y de la reversibilidad de lo que tenemos entre manos:

En orden de lectura: Experimenta, Decide Lentamente, Actúa Rápido, Delega

 

2.Te sientes moralmente obligad@ a entregar más

Este punto es especialmente interesante. La creencia que necesitas batir las expectativas en cualquier situación se puede manifestar de muchos modos diferentes.

Pongamos que alguien te paga 1000€ por un servicio. Si eres un@ perfeccionista, el hecho de proveer 1000€ de valor no te parecerá suficiente. Pensarás que tienes que dar lo que tus competidores darían por 1500€ ya que quieres ser excelente. Piensas: «Si no entrego más, estoy entregando menos».

O, si crees que 24 horas es un tiempo respetable para responder un correo de un@ colega, te pondrás tu propio límite a las 6 horas. El punto clave es que crees que sabes lo que general y razonablemente no te aplica, y que tu propio estándar tiene que ser diferente.

A veces, esta línea de pensamiento proviene de querer tener una amortiguación excesiva; por ejemplo, piensas: «si entrego 1,5 o 2 veces valor para todos los servicios que doy, entonces nunca estaré entregando de menos». También puede ser fruto de la ansiedad, de la inseguridad o del síndrome del impostor. Un ejemplo de ello puede ser que pienses que el único modo de evitar que se enfaden o estén descontentos contigo pasa siempre por superar las expectativas.

Síndrome del Impostor

L@s perfeccionistas también suelen imaginar que habrán consecuencias catastróficas si fallan al entregar más; por ejemplo, piensan que un cliente no querrá trabajar con ell@s si pasan un día sin contestar un pregunta hecha por email, incluso si se trata de una sin importancia ni urgencia y sabe que el cliente está contento.

Solución

Ten un plan para cómo actuar bien si detectas estos patrones de pensamiento. Entiende cuánto te está costando el estar siempre buscando ‘dar más’. ¿Para qué más no tienes deseo, energía, atención o tiempo? A lo mejor tu propia salud, tus grandes sueños o tu familia. Si evalúas que los costes son significativos, intenta tener una regla para cuando realmente debes ‘dar más’. Por ejemplo, puedes decidir que en 3 de cada 10 situaciones en las que te urge hacerlo, lo haces, pero no en las otras 7.

3.Te irritas excesivamente cuando no eres 100% consistente con los buenos hábitos

Cuando l@s perfeccionistas quieren adoptar nuevos hábitos tienden a caer en una de 3 categorías:

  • Abarcan más de lo que pueden, haciendo que sus planes sean onerosos de gestionar.
  • Evitan empezar cualquier hábito a no ser que estén 100% segur@s de poder lograr el objetivo; hecho que los lleva a la procrastinación.
  • Solo se adhieren a aquellos hábitos que están segur@s que podrán seguir caiga quien caiga.

La flexibilidad es un contraste de la salud psicológica. Necesitas ser capaz de no ir al gimnasio si ese día no te encuentras bien. También debes ser capaz de cambiar de hábitos que una vez fueron buenos para tu productividad o tu crecimiento profesional pero que ahora ya no te aplican.

A veces el comportamiento más disciplinado (desviarse de un hábito muy arraigado o de un patrón de comportamiento) se parece al que sería el menos disciplinado (tomarse un descanso). Pero cuando la auto disciplina convencional se convierte en compulsividad, l@s perfeccionistas deberían aguantarse.

Solución

Tener un mecanismo preparado para revisar que no estás siguiendo un hábito por el mero hecho de estar en el altar de la auto disciplina. Si nunca te has perdido una sesión de gimnasio en 2 años (o cualquier otro hábito), seguramente habrá habido días en que hacerlo no habrá sido el mejor uso de tu tiempo.

Revisa regularmente el coste de oportunidad de cualquier actividad o comportamiento que haces diligentemente para asegurarte que son el mejor uso de tu energía mental y física.

A menudo, el perfeccionismo se rige por un deseo irrefrenable de alcanzar la excelencia, pero puede ser un auto sabotaje si nos conduce a un comportamiento sub óptimo como puede ser el continuar con hábitos más allá de su utilidad, dar más de nosotros cuando en realidad no es necesario o pensar y repensar cualquier decisión que tomas.

One More Thing…

Os dejo este vídeo sobre «El Problema del Perfeccionismo»:

Feliz Día Del Libro y La Rosa!! 📚🌹


Artículo Original: «Don’t Let Perfection Be the Enemy of Productivity» en Harvard Business Review

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