A menudo las personas piensan que si no están de acuerdo con sus jef@s van a ser despedid@s. Pero a no ser que hagamos algo extremo como por ejemplo usar un lenguaje nada adecuado o publicar un libro sobre los fallos de nuestr@s jefes, tengamos por seguro que no nos van a echar por el mero hecho de decir que vemos las cosas de un modo distinto.
De hecho, la queja más común de much@s managers es más bien lo contrario. Necesitan feedback de sus emplead@s. Nos han contratado porque creen en nosotr@s y en nuestras ideas, de modo que mantenerlas en secreto no ayuda a ninguno de los dos.
Eso sí, para ser justos, deberemos hacer presión de modo que seamos de ayuda y lo hayamos razonado.
Sé lo que estarás pensando ahora, ¿es eso posible? Sí, especialmente si conoces los 4 pensamientos más comunes que pasan por la cabeza de un@ manager cuando mostramos desacuerdo con él/ella. Aprendamos cuáles son en la voz de un manager (tal y como está redactado el artículo original).
1.»Me Gustaría Que Antes Hubieses Hecho Los Deberes»
Dame el beneficio de la duda cuando veas algo que te suena mal. Pregúntate a ti mism@ : «¿Cuáles son las razones por la que mi jef@ ha tomado esta decisión?» antes de construir un argumento para discutir conmigo.
Antes de corregirme, ponte en mi lugar por un momento. Si siento que has considerado por qué estoy pensando de ese modo o por qué hago lo que hago; va a ser más fácil para mi el escuchar tus ideas.
No estar de acuerdo conmigo es la parte fácil, la parte difícil el recomendar una solución mejor.
Esto significa que antes de entrar en la crítica constructiva, menciona los méritos del enfoque de tu jef@. Por ejemplo: «Puedo ver dónde va a ayudar esto a hacer que nuestro proceso sea eficiente, pero estoy preocupado sobre si vamos a tener tiempo suficiente para hacer buen trabajo, ¿por qué no ajustamos esa parte?»
2.»¿Por Qué No Me Lo Has Dicho Antes?»
Para ser sincero, oigo quejas y observaciones sobre mi trabajo todo el tiempo (incluyendo los de mi jefe y clientes).
Lo que más aprecio oír de ti es cuando he tomado una decisión que no te gusta y que afecta directamente a tu trabajo. De hecho, no esperes a que te pregunte. Si mi decisión te impacta diariamente, házmelo saber inmediatamente. A lo mejor continuaré con esa decisión incluso si no estás de acuerdo con ella, pero quiero saber cómo te sientes.
Dicho esto, es de ayuda recordar que tod@s tienen alguna cosa que harían diferente si fuesen el jefe. De modo que compartamos el feedback que nos ayudará a hacer nuestro trabajo mejor (y más feliz), pero guardémonos las cosas quisquillosas que no nos impacten a nosotr@s mism@s.
3.»Por Favor Ten En Cuenta Nuestro Entorno»
Puede ser que nuestras reuniones, entre los dos, se caractericen por discusiones fuertes y desacuerdo ocasional, y eso es genial. Pero eso no significa que puedas usar siempre ese modo de comunicación cuando estés mostrando una opinión diferente.
Si estamos en una reunión de equipo, recuerda que tus colegas están mirando y conviértete en un ejemplo para ell@s de cómo retarme. Si estamos con un cliente, seré el más sensible cuando muestres desacuerdo público conmigo (no porque mi ego no lo asuma, sino porque no quiero que el cliente pierda la fe en nuestra compañía). De modo que si no estás segur@ de cómo reaccionará el cliente si me corriges delate de él, espérate a hacerlo hasta que estemos l@s dos sol@s.
4.»Si Me Ciño A Mi Decisión, Espero Que La Respaldes»
Si te escucho pero sigo con el plan original, no significa que no te haya tenido en cuenta. Más a menudo de lo que piensas, significará que estoy teniendo en cuenta factores que son externos a tu rol, y de los que posiblemente no estés ni debas estar al tanto (por ejemplo que el jefe de mi jefe me haya dicho que lo haga así).
No busco un equipo de personas «sí» que nunca dan su opinión. Pero sí que busco emplead@s que confíen en mí lo suficiente para que cuando haga retroceder el feedback, vean que es por una buena razón (y que si no apoyan el plan, me apoyen a mí mientras lo ejecuto)
La última cosa que confesaré es que a veces tan sólo quiero que mis emplead@s hagan lo que les he dicho que hagan. Es agotador (para l@s dos) si tengo que defender cada una de mis decisiones, además que me hace sentir como si no tuvieses fe en mu juicio.
Si aún no estás segur@ si es una buena batalla en la que entrar, pregúntame. Di algo como: «¿Estás abiert@ a opiniones diferentes sobre esto?» y dame la opción de abrirlo a discusión o no. Te diré si es un buen momento para compartir una opinión diferente, o si, en este caso, es mejor dejarlo como está.
Buen Lunes!! 🙂
Artículo Original: «Exactly What Your Boss Is Thinking When You Disagree With Them» en FastCompany
Debe estar conectado para enviar un comentario.