Trabajas duro, tal y como afirmaste en tu entrevista de trabajo. En todo tu tiempo en la compañía has estado llevando a cabo trabajo bueno y consistente. Eres fiable. Pero por alguna razón, no estás brillando tanto como desearías. A lo mejor había un nuevo proyecto sexy en el trabajo al que te hubiese gustado estar asigand@ pero se lo dieron a algún@ otr@. A lo mejor esperas una promoción que aún no has visto.
Estás empezando a pensar si tu trabajo duro sirve de algo. Estás haciendo cosas maravillosas, pero parece que tu jef@ no se da cuenta. No estás yendo hacia esos proyectos más grandes y mejores, lo que significa que no estás creciendo en tu posición. ¿Deberías hacer algo más?
No Basta Con Ejecutar
La solución aquí no pasa necesariamente por acercarte a tu jef@ y preguntarle qué está pasando. Antes que entres en la oficina de tu jef@ pidiendo un cambio, para un minuto y pregúntate: ¿Cuánto de proactiv@ soy en mi carrera? ¿Me hago cargo de más de lo que se me requiere? ¿Me hago cargo de proyectos que benefician otros equipos a parte del mío? ¿Ayudo a mis compañer@s con regularidad? ¿Hago esas cosas sin permiso o sólo cuando se me pide? En otras palabras, ¿Soy valiente?
Si las respuestas son mayoritariamente «no», es momento de ser más proactiv@. No esperes que tu jef@ cree oportunidades para ti, créalas tú mism@.

No importa en qué estadio de tu carrera estés, simplemente «hacer» las cosas nunca es suficiente. Para hacerte cargo de tu propia carrera, a menudo debes tomar la iniciativa.
La gente con más éxito es proactiva. Añaden valor más allá de lo que se les pide, y, en el proceso, demuestran sus talentos y muestran a tod@s l@s demás cuanto pueden contribuir. Con el tiempo, los equipos aprenden a acudir a ell@s con mejores y mayores proyectos. Es un círculo vicioso que beneficia tanto a la compañía como a sus carreras.
Dependiendo de tu personalidad, esto no te saldrá de modo natural. También sería más fácil hacerlo a las personas con niveles más séniors que típicamente no tienen que esperar la aprobación de un@ supervisor@ de cada una de las decisiones que toman. Las personas en los estadios más tempranos de sus carreras dudarán en ser proactiv@s, tendrán miedo de que, si lo son, se les regañará por excederse.
En realidad, este miedo está típicamente infundado. A lo que realmente se reduce es a tu confianza y a cuánto sabes de tu compañía y de la industria en la que estás, no al estadio en que estés de tu carrera. Aprendamos hoy algunos consejos sobre cómo ser proactiv@s a cada nivel.
Haz Un Inventario De Tus Fuerzas Y De Tus Debilidades
Tal y como lo harías al prepararte para un entrevista de trabajo, siéntate y escribe tus puntos fuertes y tus debilidades. ¿Ha visto tu equipo toda la amplitud de tus aptitudes? ¿Saben de lo qué eres capaz? ¿Estás utilizando tus aptitudes más fuertes o se están menospreciando?

A veces los recursos se esconden dentro de lo que parecen ser desventajas. A lo mejor, hablando del hecho que eres el más joven de tu equipo, ¿hace que esto seas el que más sabe de redes sociales? Considera tus fortalezas y debilidades desde todos los ángulos. Necesitas entenderlas mejor antes de dar ese paso adelante y mostrar a tu equipo qué es lo que puedes ofrecer.
Escoge El Proyecto Correcto
Ser proactiv@ no trata sobre coger cualquier proyecto extra y añadirlo a tu lista de tareas. Trata sobre identificar oportunidades estratégicas para el bien de la compañía y no tan sólo para ti mism@.
¿Cuáles son esas oportunidades? Hazte estas preguntas para detectar dónde puedes ayudar a tu compañía o equipo (y a tu carrera en el proceso):
- ¿Qué sabes sobre el negocio, la compañía, o la industria que sólo tú puedas ver?
- ¿Cuáles son las posibilidades que tu compañía o equipo aún no han explorado? ¿Por qué no lo han hecho?
- ¿Qué agujeros ves?
- ¿Qué objetivos de negocio son a los que tu compañía presta más atención y en cuáles de ellos estás únicamente cualificado para ayudar?
Date cuenta que las respuestas a estas preguntas pueden significar trabajar con tu equipo actual o no! Acuna la oportunidad de conocer equipos diferentes al tuyo si es allí donde mejor puedes contribuir. Ir por esas ramas y forjar relaciones es otro signo de que estás interesad@ en crecer más allá de lo que realmente ya haces.
Una Vez Lo Hayas ‘Cogido’, Véndelo
Ahora es el momento de venderle a tu jef@ el valor que puede aportar a este proyecto. Esto es reducir la explicación casi a una línea de qué es lo que esperas alcanzar y por qué es importante para compañía o para el equipo. Practicar esta explicación frente al espejo te puede ayudar.

Mientras que pueda ser un poco sobrecogedor el trabajar en un proyecto sin interesad@s obvios, si vale la pena hacerlo, se demostrará en sí mismo. El resto de personas verán su valor a medida que se desarrolla, y tú mism@ tendrás más certeza de ello.
Recuerda, que es esencial que tú creas en el valor de lo que estás haciendo. Si no estás segur@ de que vale la pena perseguirlo, intenta tener una segunda opinión de alguien en quien confíes (un colega cercano, un mentor) o déjalo hasta que encuentres otra oportunidad que haga que tu corazón lata más rápido y con convicción.
Mantén Tus Responsabilidades Existentes
El único modo en el que puedes trabajar en algo en lo que tú eres el único en que le ve valor (en primer término) es si lo mantienes arriba de todo de todos tus deberes. A medida que te sumerjas en proyectos auto iniciados, puede ser tentador centrarte sólo en ellos, pero eso es un error.
Ser proactiv@ tan sólo para dejar de lado lo básico no es un signo de potencial de liderazgo, es un signo de una gestión del tiempo pobre, una razón por la que no estarías progresando en tu carrera tan rápido como pensabas que serías capaz. Esto puede ser difícil de reconocer, pero es una información muy útil.
No Esperes A Tener Permiso Para Hacer Más
Esto es crucial, ya seas un novato o un manager sénior. Si te encuentras esperando la señal de alguien o su aprobación para el siguiente paso, recuérdate a ti mism@: Está en tus manos mantener la bola girando. Más que esperar una nueva asignación o tarea, pregúntate qué es lo que se puede hacer, y hazlo.
Claro está que, debes asegurarte que estás haciendo uso de tu mejor juicio aquí. Hay una categoría de cosas para las que sí necesitarás aprobación; enviar un correo en masa a toda la compañía o gastar en cenas no aprobadas podría crearte algunos problemillas. Pero para un proyecto que aporte, esto no sería necesario. Mejor pedir disculpas que permiso.
Gestiona ‘Hacia Arriba’ (Manage Up)
Eres la mejor y única persona para representar tus propios intereses ante tu jef@. Dile qué es lo que quieres de tu carrera, y pídele que esté al tanto de las oportunidades que pueden ser buenas para ti. Un@ buen@ manager te tendrá en mente para proyectos que encajen en tus intereses y aptitudes o, te dirá por qué piensan que no estás list@ aún para esas oportunidades. Si este es el caso, no te desesperes, este tipo de feedback no tiene precio, ya que te da algo tangible para lo que trabajar.
Pero pedir el soporte de tu jef@ no es lo mismo que sentarte con los brazos cruzados y esperar. Al fin y al cabo, es fácil esperar una aprobación. Es mucho más difícil tomar la iniciativa. Pero cuando eres proactiv@, a menudo vale la pena tanto para ti como para tu empleador.
Buen Martes!! 🙂
Artículo Original: «How To Create Your Own Opportunities At Work» en FastCompany
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