Esta semana he vivido un ejemplo muy claro sobre las consecuencias que conlleva el no enfrentarse a los problemas. Las personas que no se enfrentan a los problemas adquieren diversos tipos de técnicas, como por ejemplo:
- La técnica de «yo ya tengo mis problemas»
- La técnica de «dámelo a mi a ver que podemos hacer»
- La técnica de sacarse de encima las culpas y dárselas a los demás, cuando eres el verdadero causante del problema.
- La técnica de ignorar el problema.
- …un largo sinfín de técnicas cobardes y mediocres.
A tod@s nos angustia y nos ansía cualquier problema. Sea éste de la magnitud que sea. Forma parte de nuestra idiosincrasia como seres sociales. Lo que queremos es vivir tranquil@s, sin baches ni recodos en el camino. Pero la realidad es que la vida está plagada de baches y de recodos para los que no hay caminos alternativos libres también de ellos.
Así pues, ¿por qué evitar los problemas? ¿por qué postergarlos? ¿por qué ignorarlos? ¿por qué no enfrentarse a ellos? Si hacemos cualquiera de estas cosas, que en resumen es «evitarlos» veremos que en realidad no desaparecen; al contrario, vuelven con el tiempo y con más fuerza. Así qué preparémonos y enfrentémonos a los problemas cuándo los detectemos, es entonces cuando; en la mayoría de los casos, son más débiles.
En el artículo de origen del Brain Feeling de hoy aprenderemos el por qué no funciona evitar las dificultades y el cómo podemos enfrentarnos a ellas.
Nosotr@s, tod@s nosotros, somos increíblemente buen@s a la hora de evitar las cosas. Nuestras mentes no son tanto máquinas de pensar cómo máquinas de evitar. Y el punto más increíble de todo esto es que, la mayoría de las veces, no somos conscientes de que estamos evitando pensar en algo.
Por ejemplo:
- Ahora mismo estás leyendo este artículo (gracias por cierto 🤓 ) pero probablemente estás evitando la dificultad en la que no quieres pensar.
- Estamos constantemente mirando si tenemos nuevos mensajes, noticias, notificaciones, … para evitar hacer alguna cosa a la que no nos queremos enfrentar.
- Al encontrarnos con cualquier dificultad en la vida, nos intentamos decir a nosotr@s mism@s que ya está bia por tal y cual o nos mantenemos ocupad@s con alguna actividad o algún agente que nos entumezca (como el acohol) de modo que no tenemos que enfrentarnos a las dificultades.
- Cuando sale un problema, nuestra reacción es querer irnos a hacer alguna otra cosa, a dejar ese problema de lado.
- Retrasamos el pago de facturas, el hacer la declaración de la renta, el pago de los impuestos, los emails largos, enfrentarnos a un follón; porque no queremos enfrentarnos a esas dificultades.
- Retrasamos hacer ejercicio ya que no es cosa cómoda.
De hecho, como podéis intuir, hay miles de ejemplos más que podríamos añadir a esta lista que aparecen de modo diario, y de los que ni siquiera nos damos cuenta porque nuestras mentes cambian a pensar alguna otra cosa. Prueba una cosa: para un momento y piensa en qué dificultad estás evitando pensar ahora mismo.
En ese momento vas a notar una dificultad que no te gusta o bien, tu mente pasará a hacer alguna otra cosa antes que ese minuto se acabe.
Lo que has hecho es parte de los que se llama «La Técnica de Enfrentarse a Todo», que aprenderemos en un momentos, después de aprender el por qué evitarlo todo es una estrategia inefectiva.
La Evitación no funciona
Nuestras mentes quieren escaparse de cualquier incomodidad, dolor o dificultad que nos encontremos y se trata de una buena estrategia temporalmente. De modo que en ese instante obtenemos un poco de alivio.
Pero lo que hace es relegarnos a una vida de huir. Una vida de distracción y de nunca enfrentarnos a lo que nos aflige. Nos mantenemos ocupad@s, pero nunca aprendemos a tratar con lo que hay dentro de nosotr@s; con lo que está frente nuestro.
Esto quiere decir que estamos a la merced de nuestros miedos, de nuestros malestares. Somos como l@s niñ@s pequeñ@s que no quieren hacer el trabajo duro pero si lo más divertido.
Esto resulta en no trabajar en lo importante (o postponerlo hasta que empiece a hacerse doloroso). Exactamente lo mismo pasa con el ejercicio, la comida sana, las finanzas, las relaciones, los follones,…
Al final, vamos a tener que enfrentarnos a esas cosas, pero habrán empeorado. Habría sido mejor enfrentarse a ellas temprano, cuando no eran un gran problema.
La Técnica de enfrentarse a todo
Esta técnica está basada en la idea que es mejor ser consciente de las cosas, y tratarlas como adultos, en lugar de huir. Y si la llevamos a cabo, las cosas no van a crecer en grandes problemas.
Veamos cómo funciona:
- Crea consciencia preguntándote: «¿Qué estoy haciendo ahora mismo?» A lo largo del día, ponte notas que te recuerden hacerte esta pregunta. A lo mejor las repuestas estarán entre: «mirando facebook», «cambiar de pestaña del navegador» o «comiendo un tentempié». Algo tan simple y mundano como eso, solamente una pregunta para empezar a ser conscientes de las cosas.
- Luego pregúntate: «¿Qué estoy evitando?» Cuando las cosas se vuelven difíciles o incómodas, automáticamente pasamos a hacer otra cosa. Huimos. Evitamos como loc@s. Lo hacemos durante todo el día; pero sin darnos cuenta de ello. Pregúntate qué estás evitando: ¿algún miedo, alguna tarea difícil, alguna emoción difícil, alguna incomodidad o tan sólo estar presente en ese momento? Ponle nombre a lo que estás evitando.
- Ahora, enfréntate a ello. Estáte con ese miedo, con esa incomodidad, con esa dificultad en ese preciso instante. No la historieta que te has montado en tu cabeza sobre ello, el sentimiento físico real en tu cuerpo en ese momento. ¿Cuánto de malo es? Te vas a dar cuenta que no demasiado. Quédate con él un poco más. Y luego, un poco más. Rétate a ti mism@.
- Toma la acción apropiada. Ahora que ya te has enfrentado a ello y has visto que no es nada del otro mundo, ya puedes actuar cómo un adulto y no cómo un@ niñ@: puedes decidir cuál es la mejor acción ahora. Si tienes miedo de hacer alguna tarea, pero ya te has enfrentado a ella y has visto que no era para tanto, te puedes recordar que el hacerla te va a beneficiar a ti y a l@s demás y que es mucho más importante que tu pequeño miedo. Si estás evitando una conversación difícil con alguien porque estas enfadad@ observarás que la ira y la ofensa no son para tanto y que puedes hablar con esa persona de modo calmado y apropiado, con empatía y compasión y sacar una solución. (Ojo! 👀; desde mi experiencia personal no aplica con todas las personas).
Claro está que no todos los problemas se van a evaporar con este método, pero con él seremos capaces de enfrentarnos a más cosas a medida que lo practiquemos.
Vamos a mejorar a tratar con la incomodidad, en lugar de huir de ella como hace la mayoría de personas. Incluso vamos a mejorar en la procrastinación y en hacer tareas incómodas. Vamos a estar más presentes y con más deseo de estar en el momento más que el necesitar distracciones todo el tiempo. No en una noche, pero con práctica.
A lo mejor también tienes el ansía de olvidar este Brain Feeling y de evitar la práctica de esta técnica. Eso también es evitación y te ruego que enfrentes el momento.
Buen sábado!! 😊
Artículo Original: «The Face Everything Technique and Why Avoiding Difficulties Doesn’t Work» en LifeHacker.
Debe estar conectado para enviar un comentario.