Cuanto Más Ocupad@ Estás, Más Tiempo En Silencio Necesitas

En una entrevista reciente el autor Ta-Nehisi Coates, argumentó que los pensadores serios y los escritores deberían salir de Twitter.  No se trataba de una crítica al medio de los 140 caracteres o al discurso de los medios sociales en la era de las noticias falsas.

Era una llamada a ir más allá del ruido.

Para Coates, la generación de buenas ideas, de buen trabajo y de productos de calidad requiere una cosa muy rara en nuestra vida moderna: silencio.

Y no es él sólo. JK Rowling, Walter Isaacson y el psiquiatra Carl Jung han  han desarrollado prácticas para gestionar el flujo de la información y para cultivar periodos de silencio profundo.

Estudios recientes están demostrando que tomarse un tiempo para el silencio restaura el sistema nervioso, ayuda a mantener la energía y condiciona a nuestras mentes a ser más adaptativas y a responder más a los entornos complejos en los que much@s de nosotr@s vivimos, trabajamos y lideramos.

Uno de estos hallazgos es que el silencio se asocia al desarrollo de nuevas células en el hipocampo, la región clave del cerebro asociada con el aprendizaje y la memoria. El doctor Luciano Bernardi ha demostrado que dos minutos de silencio insertados entre piezas musicales se ha revelado como más estabilizador para los sistemas cardiovasculares y respiratorios que incluso aquella música categorizada como relajante.

El Hipocampo

Y en otro estudio de 2013 basado en una encuesta a 43.000 trabajadores, se concluyó que las desventajas del ruido y la distracción asociada con oficinas abiertas sopesaban beneficios como el aumento de la moral y picos de productividad procedentes de interacciones no planificadas.

Pero cultivar el silencio no trata solo de tener un respiro de las distracciones de cháchara de la oficina o de los tweets. El silencio real sostenido, es aquel que facilita el pensamiento claro y creativo, y que acalla también nuestra voz interior y la exterior.

Este tipo de silencio trata sobre descansar los reflejos mentales que habitualmente protegen una reputación o promocionan un punto de vista. Es tomarse un descanso temporal de una de nuestras responsabilidades más básicas: tener que pensar en qué decir.

Cultivar el silencio, «incrementa tus posibilidades de encontrar nuevas ideas e información y de discernir señales débiles«, afirma Hal Gregersen en un artículo. Cuando estamos constantemente fijados en nuestra agenda verbal (qué es lo próximo que diremos, qué es lo próximo que escribiremos, cual será nuestro siguiente tweet) es muy difícil hacer espacio para perspectivas totalmente diferentes o ideas radicalmente nuevas. Es difícil entrar en modos más profundos de escuchar y de prestar atención. Y es en esos modos más profundos de atención es dónde las nuevas ideas genuinas se encuentran.

Incluso las personas increíblemente ocupadas pueden cultivar periodos de tiempo de silencio sostenido. Aprendemos 4 ideas prácticas:

  1. Intercala 5 minutos de silencio entre reuniones. Si puedes cerrar la puerta de tu oficina, irte a un banco del parque o encontrar otro escondite silencioso; es posible hacer un reset siguiendo alguna práctica de meditación o de reflexión.
  2. Tómate una tarde silenciosa en la naturaleza. Una inmersión en la naturaleza puede ser la opción más clara para incrementar nuestras capacidades de pensamiento creativo.
  3. Haz un ayuno de medios. Apaga tu correo por diversas horas o incluso un día entero, o intenta ayunar de noticias y de entretenimiento. Mientras que aún pueda haber mucho ruido alrededor (familia, conversación, sonidos de la ciudad) podrás disfrutar de los beneficios reales relajando las partes de tu mente asociadas con las obligaciones laborales sin fin y con el seguimiento de las redes sociales o de los eventos que se estén llevando a cabo.
  4. Zambúllete y prueba un retiro de meditación. Incluso un pequeño retiro es el modo más rápido de ir hacia la escucha profunda y de despertar la intuición. El periodista Andrew Sullivan ha descrito recientemente su experiencia de un retiro silencio como «el detox definitivo». Tal como lo describe: «My respiración se clamó. Mi cerebro se asentó…fue mi cerebro moviéndose de lo abstracto y lo distante hacia lo tangible y lo cercano»

El mundo se está haciendo muy ruidoso. Pero el silencio aún es accesible, tan sólo necesitamos de compromiso y de creatividad para cultivarlo.

Buen Lunes!! 🙂


Artículo Original: «The Busier You Are, the More You Need Quiet Time» en Harvard Business Review

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