Me apasiona. 🙂 Ya hace bastantes Brain Feelings que no aprendemos nuevas cosas sobre la relación entre la música y el cerebro. Hoy, de la mano de Belle Beth Cooper, aprenderemos 8 modos en cómo la música afecta a nuestro cerebro.
«Sin música, la vida sería un error» – Friederich Nietzche
Y es que esta afirmación es totalmente cierta; en su libro Musicofília, Oliver Sacks -estoy simplificando- apunta a ciertas teorías sobre que el lenguaje natural del cerebro en sus inicios sería la música y qué éste se perdió en detrimento del lenguaje hablado; causando de este modo que los seres humanos, por ejemplo, no dispongamos tod@s de tono absoluto. Si se demostrara que estas afirmaciones son del todo ciertas sería aún más lógico el festival de activaciones que se producen a lo largo y ancho de nuestro cerebro con la música.
Belle empieza el artículo destacando todas las áreas del cerebro que se ven afectadas por la música cómo muestra la siguiente figura:
En total 10 áreas diferentes de nuestro cerebro se ven involucradas en la relación con la música. Entonces es consecuente pensar que algunos efectos debe llevar la música a cabo en nuestro cerebro; dejando a un lado el placer que nos produce escucharla.
Pasaremos por estos 8 puntos:
- La música feliz o triste afecta el modo en que vemos las caras neutrales
- El ruido ambiental puede incrementar la creatividad
- Nuestras elecciones musicales pueden predecir nuestra personalidad
- Contrariamente a la creencia, la música nos puede distraer sustancialmente cuando estamos conduciendo
- La educación musical puede incrementar drásticamente nuestras capacidades motoras y de razonamiento
- La música clásica puede incrementar la atención visual
- Las conversaciones telefónicas a medias nos distraen más que las conversaciones normales
- Cómo la música nos ayuda a hacer ejercicio
Apredamos 😉
1.La música feliz o triste afecta el modo en que vemos las caras neutrales
Podemos decidir si una pieza musical es particularmente triste o feliz; pero esta elección no es tan sólo una idea subjetiva que proviene de cómo la pieza en sí nos hace sentir. De hecho, nuestros cerebros responden de modo diferente a música feliz o a música triste.
Incluso las piezas cortas, ya sean felices o tristes nos pueden afectar. Un estudio demostró que después de escuchar una pequeña pieza musical, l@s participantes eran más proclives en el momento de interpretar una expresión facial neutral como feliz o triste para encajarla con el tono de la música que en ese momento estaban escuchando. También ocurrió con otras expresiones faciales; pero dónde más se vio fue en las neutrales.
Otro punto interesante emergió sobre cómo nuestras emociones se ven afectadas por la música. Se notó la distinción de las emociones relacionadas con la música entre: emociones percibidas y emociones sentidas.
Esto significa que podemos entender las emociones que una pieza musical intenta transmitir, sin obligatoriamente sentirlas. Punto que explicaría el porqué algun@s de nosotr@s encontramos la música triste placentera más que depresiva.
Al contrario de las situaciones de la vida real; no sentimos ninguna amenaza o peligro al escuchar música; hecho que nos facilita el percibir las emociones relacionadas con la pieza sin tenerlas que sentir realmente.
2.El ruido ambiental puede incrementar la creatividad
A tod@s nos gusta ponernos la música a tope cuando estamos haciendo tareas en las que necesitamos concentración ¿no? Pues al contrario de lo que podamos pensar, en relación con la creatividad la música a tope no es la mejor opción.
Se ha demostrado que un nivel moderado de ruido es el punto ideal para la creatividad. Incluso más que que los niveles reducidos de ruido ambiental parece ser que algunos moderados harán fluir nuestra creatividad. Empiezo a entender porqué cuando leo, escribo o trabajo en casa el ruido del secador me ayuda a concentrarme.
Los niveles moderados de ruido ambiental incrementan la dificultad de procesado de nuestro cerebro. Este hecho promociona el procesado abstracto, conduciendo de este modo a una mayor creatividad. En otras palabras, cuando tenemos que esforzarnos para procesar cosas como deberíamos, nos acercamos más a la creatividad pura.
Con niveles altos de ruido, nuestro pensamiento creativo se ve perjudicado dado que estamos obligados a pelear y procesar correctamente la información ya que nos encontramos totalmente agobiad@s.
Este punto es similar a cómo la temperatura y la luz pueden afectar a nuestra productividad, donde paradójicamente un sitio un poco más lleno puede ser beneficioso.
3.Nuestras elecciones musicales pueden predecir nuestra personalidad
No nos lo tomemos demasiado al pie de la letra, ya que este punto tan sólo se ha probado con jóvenes adultos; aún así es realmente interesante.
En un estudio sobre parejas que se estaban conociendo, se notó que viendo el top ten de canciones favoritas de cada uno podía aportar predicciones muy firmes sobre rasgos de personalidad del que las escuchaba.
El estudio usaba 5 rasgos de personalidad para el test:
- Estar abiert@ a las experiencias
- Extraversión
- Simpatía
- Meticulosidad y Diligencia
- Estabilidad Emocional
De un modo interesante, algunos de estos rasgos se podían predecir de un modo más fino si esta predicción se basa en los hábitos de escucha. Por ejemplo, el estar abiert@s a las experiencias, la extraversión y la estabilidad emocional eran las más fáciles de adivinar correctamente. Pero la meticulosidad y la diligencia no eran tan obvias de adivinar tan sólo basándose en los gustos musicales.
Fijaros en esta infografía de cómo diferentes géneros musicales se corresponden con nuestra personalidad siguiendo el estudio de la Universidad de Heriot-Watt:
Estas son las conexiones que han encontrado:
- L@s fans del blues tienen alta autoestima, son creativ@s, extrovertid@s, amables y fáciles.
- L@s fans del jazz son similares a los del blues. Tienen alta autoestima, son creativ@s, extrovertid@s y fáciles.
- L@s fans de la música clásica también tienen alta autoestima, también son cretiv@s y fáciles, pero son introvertidos.
- L@s fans del rap tienen alta autoestima y son extrovertid@s.
- L@s fans de la ópera tienen alta autoestima, son cretiv@s y amables.
- L@s fans del country son trabajador@s y diligentes; así como también son extrovertid@s.
- L@s fans del reggae tienen alta autoestima, son creativ@s, no son diligentes, son extrovertid@s, son amables y fáciles.
- L@s fans del dance son creativ@s y extrovertidos; pero no son amables.
- L@s fans del Indie tienen una autoestima baja, son creativ@s, no son diligentes ni amables.
- L@s fans de bollywood son creativ@s y amables.
- L@s fans del rock/heavy metal tienen una autoestima baja son creativ@s, no son diligentes, no son extrovertidos, son amables y fáciles.
- L@s fans de los éxitos del momento tienen alta autoestima, son diligentes y extrovertid@s. Pero no son creativ@s ni fáciles.
- L@s fans del soul tienen alta autoestima, son creativ@as, extrovertid@s, amables y fáciles.
Evidentemente, no podemos generalizar basándonos en este estudio.
4.Contrariamente a la creencia, la música nos puede distraer sustancialmente cuando estamos conduciendo
Otro estudio basado en adolescentes y jóvenes adultos se focalizó en cómo su manera de conducir se veía afectada por la música.
Los tests se llevaron a cabo mientras los conductores escuchaban música de su elección, silencio y «música segura» aportada por l@s investigador@s. Claro está que la música de su elección era la preferida, pero a la vez se demostró que era la que más les distraía: cometían más errores y conducían más agresivamente cuándo escuchaban música de su elección.
Aún más sorprendente, la música aportada por los investigadores demostró ser mas beneficiosa que el silencio. Parece ser pues, que la música que no nos es familiar o interesante; es mejor para una conducción más segura.
5.La educación musical puede incrementar drásticamente nuestras capacidades motoras y de razonamiento
En general, asumimos que aprender a tocar un instrumento musical puede ser beneficioso para nuestr@s pequeñ@s per aún más; es mucho más útil en más modos de lo que pensamos. Este estudio demostró que l@s niñ@s que tenían 3 o más años de educación musical en un instrumento eran mejores en las capacidades de discriminación auditiva y motoras finas que aquell@s que no tenían entrenamiento alguno.
También demostraron mejores resultados en el vocabulario y el razonamiento no verbal que incluye el entendimiento y análisis de información visual como: identificar relaciones, similitudes y diferencias entre formas y patrones.
Es fascinante ver como el aprender a tocar un instrumento puede ayudar a l@s niñ@s a desarrollar una vasta variedad de capacidades.
6.La música clásica puede incrementar la atención visual
No tan sólo l@s niñ@s se pueden beneficiar de la exposición a la música o del entrenamiento musical. Pacientes de derrames cerebrales demostraron en un pequeño estudio que mejoraban su atención visual mientras escuchaban música clásica.
El estudio también trató a l@s enferm@s con ruido blanco y silencio para comparar los resultados y se descubrió (como en el caso de la conducción) que el silencio era el peor remedio.
7.Las conversaciones telefónicas a medias nos distraen más que las conversaciones normales
He sonreído en mi interior al leer este punto. Y es que es cierto; a tod@s nos ha pasado: tenemos alguien al lado hablando por teléfono; conversación de la que tan solo podemos oír una mitad; no oímos al interlocutor que está al otro lado del cable. ¿No os pone nervios@s? Este tipo de situaciones nos distrae en demasía.
Se decidió estudiar esta situación cómo si fuese un dolor. El 82% de las personas encontraban esta situación realmente enojante. El estudio se llevó a cabo de la mano de Veronica Galván de la Universidad de San Diego.
La situación consistía:
- Una parte de l@s participantes hacían crucigramas mientras de fondo tenían a alguien hablando por teléfono.
- La otra parte hacía lo propio, pero en su sala los dos hablantes mantenían una conversación in situ.
Aquell@s que tan sólo oían la mitad, demostraron estar más distraíd@s que los que tenían la conversación en pleno a su lado. Aún más, los primeros demostraron recordar más la conversación que los segundos.
El hecho pues, la conversación unilateral hace que prestemos más atención, debido a que es muy impredecible. Si oímos la conversación en su totalidad nos es más fácil desconectar de ella.
Esto nos pasa por ser curios@s 😉
8.Cómo la música nos ayuda a hacer ejercicio
A lo largo del Brain Feeling hemos ido hablando sobre que el silencio no es cosa buena, cuando conducimos, al intentar mejorar nuestra atención visual… lo mismo pasa a la hora de hacer ejercicio.
Ya en 1911, el investigador Leonard Ayres demostró que los ciclistas pedaleaban más rápido si lo hacían escuchando música que si lo hacían en silencio.
Esto ocurre porque la música tiene la capacidad de eliminar la petición de descanso de nuestro cerebro. Mientras nuestro cuerpo nos dice que estamos cansad@s y que deberíamos de parar; el estar escuchando música sale al rescate y hace que nuestro cerebro compita con ello dedicando atención a la música haciendo pues que olvidemos que estamos cansad@s. También cabe remarcar que esto no aplica cuando se está llevando a cabo un tipo de ejercicio de intensidad alta.
Y no solamente esto, sino que la música también nos ayuda a usar nuestra energía de un modo más eficiente. Un estudio de 2012 demostró que l@s ciclistas que escuchaban música necesitaban un 7% menos de oxígeno que aquell@s que pedaleaban en silencio.
Recientemente también se ha demostrado que alguna cosa pasa alrededor de los 145 bpm. Es como un tope. Cualquier música que vaya más allá no nos aporta ya mucha más motivación; con lo que recordarlo cuando os preparéis la música del gimnasio.
En este gráfico se muestran los bpm’s de cada estilo musical:
Teniendo estos tempos en cuenta y el ejercicio que queramos llevar a cabo conseguiremos una sincronía que nos favorecerá.
Si cruzamos el gráfico anterior con este, estaremos absolutamente preparad@s para una muy buena sesión de ejercicio:
Entonces, del mismo modo que el ejercicio nos hace más felices (recordad la liberación de dopamina); no es de sorprender que la música sea de un aporte significativo a nuestro trabajo.
Cerebro y Música; Música y Cerebro; aún una relación misteriosa pero altamente atractiva.
Buen Lunes!! 🙂
Artículo Original: «8 Surprising Ways Music Affects The Brain» por Bell Beth Cooper en Buffer Social