Asertividad. Otro vocablo extraño de los que aprendemos en Feel The Brain (como lo fue la procrastinación). Si buscamos definiciones de asertividad, nos encontraremos cosas cómo «positivo, resuelto, autoritario, firme, perentorio, tajante,…», de hecho la palabra asertividad viene del inglés assert que significa «asegurarse a un@ mism@».
Nuestro trabajo no siempre va a ir fino, y la pasivo-agresividad no va a cambiar eso. En lugar de enterrarnos en el silencio o trabajar por detrás de la escena para cambiar algo, el hecho de ser asertivos y de asertarnos a nostr@s mism@s puede hacer que las cosas vayan mejor. La razón por la que much@s de nostr@s no respondemos a los obstáculos del trabajo de este modo, es porque a menudo vemos la asertividad como una cosa individual (algo que hacemos para nuestro propio beneficio, como pedir una promoción o defender nuestras ideas en una reunión).
Pero, de hecho, podemos utilizar las mismas tácticas en nombre de nuestro equipo para responder a retos a los que todos nos enfrentamos, ensalzar la moral y ayudar a cada uno a remotivarse. No hay discusión alguna que la asertividad se considera un factor clave para un buen liderazgo (incluso cuando somos más proclives a verla cómo un rasgo de personalidad que cuando tenemos que reconocer también el papel que juega en los grupos).
Hoy aprenderemos algunas maneras en que la asertividad puede ayudar a aquell@s que trabajan con nosotr@s y no únicamente a nostr@s sól@s.

Hacer que tu equipo se ponga manos a la obra con un plan
La asertividad puede ayudar cuando estás intentando que tu equipo apueste por un plan, por una campaña o por una idea rompedora. La mejor aproximación probablemente no te va a sorprender: Monta una reunión rápida sobre ese plan en particular, esa campaña o esa idea para explicarla, debatirla y (con suerte) ganar la aprobación de tod@s.
Puedes llevar a cabo esto preguntando sugerencias e inputs y, sobretodo, dando espacio a l@s demás a expresarse y compartir las ideas; dándoles pie en lugar de simplemente esperar que digan alguna cosa. Luego, agradece esas ideas y potencialas cómo un imperativo para cumplir lo que estamos tan excitad@s de empezar.
Lo que pasa a veces es que nos encontramos líderes que toman una decisión para luego, de modo asertivo, anunciarla a sus equipos. Pero las instrucciones dadas de este modo, comúnmente, se perciben más (y a menudo, con razón) como un reflejo de las metas del propio líder dejando poca consideración para l@s demás. La aproximación alternativa es un win-win porque hace uso de la asertividad no sólo para que te hagan caso, sino para aceptar las perspectivas de otr@s y conseguir que tu equipo se sienta genuinamente involucrado.
Mantener el seguimiento de tu equipo
Otro modo de utilizar la asertividad de modo eficiente es para corregir, seguir, cualquier miembro del equipo que no esté dando el 100%.
Pueden ser irrespetuos@s, llegar constantemente tarde o tan sólo estar en un bucle de negatividad constante. Algunos líderes actuarán frente a este tipo de comportamiento de modo agresivo, ya que les puede frustrar que alguien esté siendo así. Pero esto raramente cambia los malos comportamientos o motiva al resto del equipo a seguir su liderazgo. En este caso se está liderando por miedo.
Como manager, lo mejor que puedes hacer es llevarte a parte al emplead@ y explicarle cómo su comportamiento está afectando al equipo y a la organización. Mejor que intentar someterles (lo que sería afianzar nuestra autoridad) esto es una oportunidad para que ell@s se expliquen ya que está afectando al grupo.
A lo mejor están quemd@s o tienen problemas en casa o es un signo fruto de algún problema de la organización que debes ayudar a solucionar. Tener una conversación 1:1 puede llegar a hacer más que parar de modo rápido el mal comportamiento; nos puede ayudar a ver otros problemas de los que no estábamos al tanto y que están impactando el talento del equipo.
Resolver Conflictos
La realidad demuestra que los conflictos aparecen en cualquier organización. Algunos, de hecho, incluso son buenos para sanearla (puede ser que diferencias de opinión -respetuosas- puedan conducir a un intercambio de ideas). Desafortunadamente, éstos últimos son de los que menos abundan.
La mayoría de los conflictos en el trabajo son contraproductivos y pueden conducirnos a un entorno de trabajo tóxico. Esta es otra oportunidad para poner nuestra asertividad manos a la obra. No importa el tipo de disputa en la que mediemos, estemos calmad@s y compuest@s, sin perder de vista las metas más grandes que estamos sirviendo. Esto pasa por tomarse tiempo para escuchar ambos lados de la historia y llegar a los hechos (demostrables e irrefutables). Luego puedes tomar una decisión en la que todos los intereses se vean envueltos (incluso si inicialmente no es percibida de ese modo).
Cuatro Modos de Asegurarte a tí mism@ para un bien mayor
Todos estos casos que hemos aprendido arriba, ilustran los momentos en los que tiene sentido ser asertiv@, pero el reto real es cómo poner esa asertividad en acción con el fin de conseguir que esos beneficios colectivos se consigan de un modo consistente. Querer hacerlo y hacerlo son dos cosas muy diferentes.
He aquí algunas reglas que podemos seguir:
Mantén tus emociones bajo control
Si crees que esto es difícil, quizá debas plantearte pegarle un vistazo a la Inteligencia Emocional que nos brinda un marco de trabajo para poder desplegar las «aptitudes correctas» de la gente en los contextos adecuados, entendiendo cómo l@s otr@s piensan y sienten. Si eres un «cabezacaliente», esto puede evitar que te pongas a gritar y que, en lugar de eso, te pongas a practicar una aproximación más calmada de tu estilo de liderazgo que aún demuestre que tienes el control.
Elige las Batallas Correctas
No todo lo que ocurra lo tienes que arreglar tú personalmente; algunas cosas se pueden solucionar entre los miembros del equipo o de modo individual. Céntrate en aquellos problemas impacten al equipo o a la productividad.
Usa un lenguaje corporal positivo

El lenguaje corporal positivo, así como también el contacto visual y las posturas que transmitan confianza y auto control; son importantes a tener en cuenta. La asertividad no es tan sólo palabras. Puedes utilizar lenguaje corporal para afianzarte en tu visión de un modo más sutil pero más eficiente.
Arregla los problemas de un modo claro y directo
Articula qué es lo que quieres de los demás y porqué es en beneficio de tod@s mejor que asumir que ya lo saben. Este modo directo te puede ayudar a conseguir lo que quieres más a menudo y con menos esfuerzo.
Aprende a decir NO
Esto ya lo aprendimos en este Brain Feeling. La asertividad no es para siempre conseguir que alguien haga lo que tú quieras. También se trata de dar a conocer a los demás que no te vas a dejar arrastrar a hacer algo que no quieres hacer.
Entiende que está bien renunciar a hacer algo que se te ha pedido hacer si ese algo compromente tus valores, responsabilidades, el equilibrio trabajo-vida o los intereses del equipo. Eso sí, luego explica ¿cómo?
Conclusión
Toma su tiempo y su práctica el ser asertiv@ en beneficio de los demás y no sólo en beneficio de un@ mism@. Normalmente somos mejores en mirarnos nuestro propio ombligo que en hacer que otr@s mejoren y triunfen.
Encuentra ese balance entre atacar de modo agresivo y no actuar siempre en búsqueda de las necesidades del equipo y con el fin de prosperar en mente. Cuando lo hagas, l@s otr@s, van a responder positivamente; van a crear relaciones laborales más efectivas, construyendo un respeto más profundo hacia tu liderazgo y cumpliendo más tus metas.
Un vídeo: Ser Asertivo 🙂
Buen Martes!! 🙂
Artículo Original: «How Asserting Yourself (The Right Way) Can Also Help Your Team» en FastCompany.com.
Debe estar conectado para enviar un comentario.