El Brain Feeling de hoy puede sorprendernos. En él aprenderemos la importancia de parar y cómo bajar el ritmo nos puede ayudar aunque esta bajada tan sólo sea de 24 horas.
En la versión original del artículo, la autora Ida-Sofía nos habla en primera persona en algunos puntos. Normalmente evito la inclusión de los comentarios en primera persona de los autores originales; en este caso creo conveniente mantenerlos por los ejemplos útiles que aportan a lo que hoy quiero aprender.
Ida empieza el artículo destacando el hecho que much@s milenari@s se sienten saturad@s, estresad@s y mal pagad@s. Nos encontramos envueltos un un montón de actividades, ya sea en la escuela, en el trabajo o en nuestra vida personal; actividades de tanta carga que nos dejan agotad@s mental y físicamente cuando se acerca el fin de semana (periodo de descanso por excelencia).
Más aún, debido a las presiones de nuestras responsabilidades; a menudo también nos encontramos trabajando durante nuestro preciado tiempo libre.
Este principio no aplica solamente a la nueva generación de trabajador@s, sino a cualquiera que haya sentido alguna vez que sus deberes estaban robando lo mejor de ell@s mism@s.
¿Cuándo empezamos a estar tan inmers@s en el trabajo que olvidamos qué era el tiempo libre?
¿Quién nos dijo que tomarse tiempo libre de nuestras responsabilidades sería perjudicial para nuestro futuro?
Y, ¿Por qué cuando tenemos que dejar el trabajo por un momento; ya sea para ir al banco o desayunar; nos sentimos tan mal?
Podemos estar encantad@s con nuestros trabajos, nuestra escuela o nuestros hobbies; pero aún así necesitamos tiempo lejos de ellos. Y hay una buena razón para hacerlo.
Ida tuvo un mentor que admitía que trabajaba 60 horas a la semana, pero aún así, éste se las apañaba para tener un día completamente fuera del trabajo. Sin llamadas, sin revisar correos, sin responder mensajes de texto. Tan sólo un día para pasarlo con su familia, simplemente viviendo. Éste mentor, cuenta Ida, es el vice presidente de marketing de una importante cadena donde todos compramos y, si él puede tomarse un día libre sin repercusiones, también podemos el resto. ¿No? Es una parte esencial para nuestra felicidad y sanidad.
Apagar nuestro cerebro, aunque tan sólo sea por un día aportará cosas increíbles a nuestro cuerpo.
Seguro que pensarás: «No puedo tomarme un día libre sin mirar el correo del trabajo» o «Quedaré retrasado si no trabajo cada día»; pero te puedo asegurar que este descanso es mucho mejor para tu bienestar y productividad que trabajar sin parar.
De hecho, la realidad es que tomarse un respiro te va a hacer más productiv@ que si nunca hubieses parado. Más que gastar toda tu energía constantemente; gastarla en explosiones y tomarse un descanso entre ellas es mucho más efectivo y te ayudará a mantenerte en el camino.
De acuerdo con un informe de Businessweek, la privación de vacaciones incrementa el cometer errores en el trabajo y en más resentimiento hacia nuestr@s compañer@s.
Tomarte un tiempo libre de fechas límite e invertir esa energía en ti, tan sólo relajándote, haciendo lo que tú quieras (familia, amigos) te dejará con más energía y más fresc@ para los siguientes días de trabajo.
De hecho, cuando le damos al cerebro una oportunidad de parar, de recuperarse, empiezan a pasar cosas absolutamente positivas mental y físicamente:
- Serás Más Creativ@
Cuando nos relajamos, nuestra mente tiene más energía para irse por las ramas. Esto hace que las ideas fluyan más libremente y la imaginación se rejuvenezca. Usa esta chispa de creatividad para mejorar tus proyectos laborales o crearte nuevos hobbies. - Estarás más al tanto de tus responsabilidades
Cuando nos alejamos de todas las tareas que tenemos pendientes, es más fácil poder ver todo el panorama. Tu cerebro no estará nublado en las microtareas, de modo que te podrás realizar una lista con las que realmente prestar atención. - Trabajarás más duro sabiendo que puedes empezar fresc@
No es ninguna sorpresa el saber que las personas tendemos a trabajar más duro después de las vacaciones. Tenemos una nueva perspectiva y una motivación refundada que, a la par, será nuestra mejor aliada para atacar de nuevo al trabajo. - Estarás menos stressad@
Es obvio que darle un descanso a nuestra máquina más compleja ayudará a deshacernos del stress. El cerebro es el centro de todo lo que hacemos y si tan solo trabajamos, el stress se va a hacer dueño de nuestros pensamientos. Ya sabéis lo malo que es este señor, nos puede conducir incluso a complicaciones mentales que, si somos afortunad@s se curaran con un poco de descanso. Así que, no nos tomemos las cosas tan a pecho.
La Conclusión de Feel The Brain
Es cierto que el hecho de tomarnos días entre semana nos puede provocar sentimientos de culpa, sentimientos que se nos acumulará el trabajo o de que simplemente, si no estamos todo irá mal.
En ciertos momentos de la vida, cuando hemos perdido el mundo de vista y nos olvidamos que nos tenemos que cuidar a nosotros para poder cuidar a los demás es muy fácil la tentación de buscar un cambio radical; un empezar desde cero. ¿Por que? Pues porque sencillamente no nos paramos a pensar en las consecuencias y nos centramos en la solución inmediata de corregirlo todo empezando de otro modo.
Así pues, desde mi experiencia (y lo que hemos aprendido en este Brain Feeling); si notamos que necesitamos parar:
- Paremos, de modo controlado.
- Tomemos una visión global de todo lo que nos envuelve.
- Si es necesario reordenemoslo aprovechando la creatividad que el parón nos ha aportado.
- Acabemos de recargar las pilas.
- Volvamos al ataque con la nueva visión que hemos obtenido.
Buen Viernes!! 🙂
Artículo Original: «4 Ways Taking A Day Off Improves Your Work Ethic» en Elite Daily
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