¿Por qué no olvidamos ir en bici?

Hoy, primer día en que se nos permite salir a hacer ejercicio, seguro que much@s de vosotr@s habéis sacado vuestra bicicleta para salir raudos y veloces a pedalear.

Con esto en mente, hoy me gustaría aprender el por qué nunca olvidamos ir en bici desde el punto de vista de la neurociencia. ¿Me acompañáis?

La mayoría de nosotr@s aprendemos a ir en bici en nuestra niñez. Pero a medida que nos hacemos adult@s much@s paramos y guardamos esas queridas bicicletas en el trastero. Años después, al redescubrir esas reliquias volvemos a montarnos en ellas y es como si nunca hubiésemos dejado de montarlas.

Esto es sorprendente ya que nuestras memorias nos dejan en la estacada en muchos otros casos como por ejemplo el recordar el lugar o la persona que un día conocimos o dónde hemos dejado nuestras llaves. De modo que, ¿cómo es que podemos ir en bici cuando hace muchos años que no lo hemos hecho?

Diferentes tipos de recuerdos se almacenan en regiones distintas de nuestros cerebros. La memoria a largo plazo se divide en dos tipos: declarativa y procedimental.

Al mismo tiempo, hay dos tipos de memoria declarativa: colecciones de experiencias como el primer día de colegio o nuestro primer beso se llaman memoria episódica. Este tipo de recuerdos son nuestra interpretación de un episodio o evento que ocurrió.

Por otro lado, el conocimiento factual, como la capital de Francia es parte de nuestra memoria semántica. Estos dos tipos de contenidos de memoria declarativa tienen una cosa en común: somos conscientes del conocimiento y podemos comunicar los recuerdos a l@s demás.

Aptitudes como tocar un instrumento, conducir o ir en bici, están anclados en un sistema separado llamado memoria procedimental. Como su nombre indica, este tipo de memoria es la responsable de cómo actuamos.

Tipos de Memoria a Corto (MCP) y a largo (MLP) plazo

Uno de los estudios más famosos en los que se demostraba los dos sistemas por separado fue el de un paciente epiléptico llamado Henry Gustav Molaison (H.M.).

En los años 50, H.M. estuvo sometido a extirpaciones de partes de su cerebro, incluyendo grandes partes de su hipocampo. Después de las operaciones los doctores se dieron cuenta que el número de ataques que sufría H.M. había disminuido pero que, a la par, H.M. era totalmente incapaz de crear nuevos recuerdos. También muchos de sus recuerdos de antes de la operación también habían sido borrados.

Para aprender más sobre su amnesia, l@s neuropsicólog@s llevaron a cabo varios tests con H.M. En uno de ellos, le pidieron dibujar una estrella de 5 puntas en un papel mirando tan solo al mismo papel y a su mano en un espejo (lo que implica que la imagen que veía era un reverso). La coordinación ocular mejoró durante los días, así como la de la mano; pero él nunca recordó como hacerlo. Esto significa que podía desarrollar nuevos recuerdos procedimentales pero no declarativos.

El test psicomotor de la estrella de cinco puntas. A pesar de su amnesia Henry aprendió esta tarea y la realizaba con gran destreza

Entonces, ¿es el conocimiento procedimental fundamentalmente más estable que el conocimiento explícito? Como se puede intuir, el primero es más resistente tanto a la pérdida como al trauma.

Incluso con daño traumático en el cerebro, raramente el sistema de memoria procedimental se ve comprometido. Eso es porque los ganglios basales, las estructuras responsables de la memoria no declarativa, están relativamente protegidas en el centro del cerebro, debajo de la corteza cerebral.

Pero no está claro, por que más allá del daño cerebral, por qué el contenido de la memoria procedural no se olvida tan fácilmente como ocurre con el contenido de la memoria declarativa. Es posible que, en las regiones donde se anclan los patrones de movimiento usan menos células nerviosas en l@s adult@s. Sin esta neurogénesis, o remodelado continua en estas regiones, es más difícil que esos recuerdos se borren.

Una cosa sabemos seguro, lo que internalizamos son simples secuencias de movimientos, incluso ya lejos en el pasado, normalmente se guardan para toda la vida. O como dice el dicho: «es como ir en bici«.

Buen sábado!! 🙂


Artículo Original: «Why Don’t We Forget How to Ride a Bike?» en Scientific American

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