El esforzarse demasiado en las cosas está estigmatizado en nuestra sociedad. A la gente le desagrada cuando alguien se esfuerza demasiado en cumplir alguna cosa. Esto es desafortunado, ya que el ir demasiado lejos es exactamente lo que debemos hacer, de acuerdo con Scott H. Young, el autor del artículo original.
Scott nos comenta su propio ejemplo. Recientemente ha empezado ha hacer un seguimiento de sus calorías. No, no está gordo. Ni piensa que lo está. Pero como un flacucho que era que ya no puede comer cualquier cosa sin ganar peso, ha decido ser proactivo sobre ello. Quería saber más sobre cuánto esfuerzo necesita para perder o mantener su peso.
Con todo el mundo con el que Scott ha hablado y que le han visto hacer esto piensan que está loco. «¿Por qué tratas de perder peso?»; «Tan sólo deberías intentar comer más sano», «¿No es muy molesto el hacer un seguimiento de todo lo que comes?». A lo cual sus respuestas son: «Para ver cuanto esfuerzo necesito para perder algunos kilos», «Intento comer sano pero quiero más precisión» y «Si, por supuesto, es super molesto».
Entonces, ¿por qué hacerlo?. Su respuesta es simple: el ser demasiado radical o extremo al principio de una nueva tarea de auto crecimiento es una parte necesaria de la calibración. Las mismas personas que se saltan esto y aspiran a la solución «moderada», se van a quedar cortos perpetuamente.
Por Qué El Empezar Siendo Radical Funciona Mejor
Para alcanzar resultados en cualquier meta, hay un rango óptimo de esfuerzo. Demasiado poco esfuerzo y fallarás al ganar terreno. A veces, si hay alguna fricción entre donde estás ahora y tu meta, no harás ningún esfuerzo. Incluso cuando ese no sea el caso, el progreso será tan lento que será poco estimulante o inaceptable.
Desafortunadamente, no sabemos dónde reside este rango de esfuerzo. Puede ser que sea simple, y tan solo un esfuerzo modesto de nuestra parte logrará el resultado deseado. Puede ser tan desafiante que lo veamos imposible, o completamente irrealizable en base a tus otros objetivos.

La primera parte de cualquier esfuerzo de auto mejora en un nuevo campo es descubrir dónde reside el rango de esfuerzo. Esto es algo que nadie te puede decir ya que difiere entre personas.
¿Cuál es el mejor modo de encontrar ese rango ideal de esfuerzo?
Un modo sería ir incrementado la moderación. El intentar cada vez más duro hasta que logramos los resultados. Pero esto falla por dos razones: por una motivacional y por otra práctica.
Razón #1 de Por Qué La Moderación Falla: Impulsarse A Través De Fallos
Asumamos que el rango ideal de esfuerzo no está fácilmente a nuestro alcance. Lo que, es el caso más probable ya que si el umbral de esfuerzo fuese realmente bajo, lo habrías superado sin problema.
Ahora asumamos que he hemos intentado incesantemente incrementar nuestro esfuerzo y nuestra intensidad hasta que alcanzamos el nivel que sustenta la mejora.
Si lo que intentábamos era perder peso, esto podría ser: andar más, dejar de comer comida basura, cambio de estilo de vida. Si lo que intentábamos era intentar aprender un nuevo idioma, esto podría ser: pasar algunos minutos cada día en alguna plataforma de aprendizaje, ir a clase una vez por semana, o irte de intercambio a un país donde hablen la lengua que quieres aprender.
El problema es que, si el umbral de esfuerzo es alto, vas a fallar en los primeros incrementos de moderación. Eso es que no lo estás intentando lo suficiente para hacer que los resultados que estás logrando sean significativos. La consecuencias es que cada reevaluación que hagas está provocada por el fallo.
A lo mejor si todos fuésemos Vulcanianos sin emociones, esto no sería un problema. Fallar constantemente es un muy buen modo de minar tu confianza y tu motivación para la auto mejora. Es muy duro entregarse sinceramente a algo que piensas que no tendrá éxito.

Comparemos esto con empezar siendo más radicales. Si lo hacemos de este modo, lo más probable es que el umbral de esfuerzo esté ya dentro de nuestros planes. Y, como muestra la siguiente figura, nos pasemos de la raya a la primera. En este caso deberemos hacer lo contrario, regular nuestros esfuerzos (hacia abajo) en base a un éxito abrumador. Además, en comparación a ir fallando, esto es más fácil de hacer.
Razón #2 de Por Qué La Moderación Falla: El Esfuerzo Es Más Fácil Al Principio
La segunda razón por la que esta aproximación incremental no suele tener éxito es porque es más fácil aplicar un esfuerzo completo al principio de una nueva meta o proyecto.
Parece haber diferentes razones para ello. La primera proviene de un efecto de selección. De modo natural, siempre tenemos rondando por nuestra mente diferentes niveles de entusiasmo por diferentes objetivos. Cuando finalmente detonamos la acción decisiva sobre uno de esos objetivos es cuando esa meta emerge por encima de las demás. Por lo tanto, dado que es un punto álgido no natural, por la regresión a la media (tendencia estadística por la que una variable se sale mucho de la media en la primera medida y se va ajustando a la media en medidas posteriores), no va a durar para siempre. El hecho de incrementar la moderación requiere justo lo contrario, que pongamos más esfuerzo cuando el proyecto ya hace tiempo que ha empezado.

El segundo se debe probablemente a la construal level theory (CLT). Esto es, cuando piensas en una meta como algo abstracto, no ves todos los detalles. Eres capaz de imaginar todo lo positivo, pero normalmente olvidarás todo lo negativo. Imaginar estar en forma o saber otro idioma son ideas románticas. Pero el despertarse temprano para ir a correr o estudiar constantemente vocabulario no lo son tanto.
Todo esto nos viene a decir que si vamos a aplicar la fuerza máxima, mejor que pongamos todos nuestros esfuerzos cuanto antes.
Límites A La Estrategia
Las dos mayores críticas que podemos ver en el ser extremos primero, pueden ser el prevenir ‘quemarnos’ y la construcción de hábitos.
La primera, es que nos arriesgamos a quemarnos, a chocar y a abandonar el proyecto. Pero siempre podemos rebajar la intensidad cuando vemos que esto está a punto de ocurrir. Como que estás invirtiendo los esfuerzos suficientes para obtener resultados, esta es una aproximación más satisfactoria que ir apoyándonos en fallos.
La segunda incluye que los hábitos se construyen mejor de un modo lento y afianzado. Las dos estrategias son buenas, pero sirven a propósitos diferentes, de modo que debemos decidir cuál nos es más útil en cualquier situación. Los hábitos son buenos cuando queremos construir comportamientos a largo plazo y de carácter más automático. Las aproximaciones del tipo de ser primero radical son buenas para calibrar el nivel de intensidad que se necesita para dar resultados. En función de la situación aplicar una será mejor que aplicar otra.
¿Por Qué El Esforzarse Demasiado Está Estigmatizado?
Bien… hay un par de teorías… o 3.
Teoría #1: Las Personas Somos Envidiosas
Las personas tienen una vena competitiva. Cuando ven que alguien lo está haciendo mejor que ellos, se sienten peor consigo mismos. Como resultado, quieren desacreditar lo que ven como un ataque a su propia identidad. ¡¡MEDIOCRES!! Esto es cierto en algunos casos, y es la situación que más citan los que aplican la regla de esforzarse.
Teoría #2: La Gente No Cree Que Esto Funcione
En otras palabras, la gente, ya sea implícita o explícitamente, rechaza los argumentos por los que todo lo que hemos aprendido hasta el momento funciona; por lo que sobre esforzarse al principio es una estrategia efectiva. Estas personas creen que una aproximación más moderada será satisfactoria, con lo que les disgusta hasta donde puede llegar alguien que se esfuerza.
Hay puntos que apoyan esta idea. Particularmente en áreas dónde las personas suelen fallar al mantener sus logros. Esto se da en los ejemplos que estamos usando: perder peso y aprender. Siempre hay un periodo intenso de cumplimiento que puede ser destruido si no se hacen esfuerzos a largo plazo.
Pero, si ese es el caso, ¿por qué atacar las medidas extremas iniciales en lugar de la falta de seguimiento a largo plazo? Seguramente, por qué es más fácil criticar a los demás que mirarse uno a su propio ombligo.
Teoría #3: El Gran Esfuerzo Despierta Expectativas Colectivas
La última teoría que nos podemos plantear, no gira entorno de los envidiosos o de los agnósticos, sino la que le desagrada la posibilidad de que que esfuerzo cree un nuevo estándar. Yo mismo le pondré un nombre, la del miedo. Lo que consideramos una cantidad de esfuerzo «normal» se define relativamente. Si todos se esfuerzan entonces ese es el nuevo normal. Por ejemplo, no es lo mismo practicar un deporte de modo amateur que profesional.

Es posible entrar en una carrera armamentística de sobre escalación del esfuerzo, epecialmente cuando parte de nuestro objetivo es hacer ver a las otras personas cuánto esfuerzo le estás dedicando a algo. El efecto neto de esto puede resultar que, para no parecer un vago, tengas que poner toneladas de esfuerzo.
Por supuesto que esto tiene una solución simple. Si no te gusta el estigma, no hables sobre tu esfuerzos radicales. Trabaja duro en privado, y si alguien pregunta haz ver que has trabajado como él o menos.
Además esta esta triste reflexión:
«Todo esto es muy común, y explica porque la mayoría de los primeros intentos se estancan en la izquierda de la gráfica eficiencia – esfuerzo, en relación con dónde deberían estar realmente. Piensan al ver la reacción de otr@s a sus propios éxitos que el éxito es fácil. No lo es, las personas no quieren ser castigadas socialmente por aparentar esforzarse demasiado»
…. vamos bien. Un concurso de popularidad. A ver cuando pensamos menos en el que pensarán los demás y nos dedicamos a tirar hacia adelante y a no quedarnos estancados como charcos de denso barro y de basura humana.
¿Cuánto Esfuerzo Es Necesario?
A menudo la eficiencia real del esfuerzo invertido es mucho más de lo que la gente se da cuenta.
Todo esto significa que el ser radical al esforzarnos no tiene porque merecer las connotaciones negativas que a menudo recibe. Empezar fuerte y recalibrar la intensidad, en el caso que veamos que menos esfuerzo puede hacer el trabajo, es una estrategia mejor que intentar progresivamente empujarnos cada vez más duro cuando el anterior intento falló.
Buen Lunes!! 🙂
Artículo Original: «Why You Should Be More Extreme» en Scott H. Young
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