LAS MISTERIOSAS MUERTES DE PERSONAJES HISTÓRICOS IV: ALEJANDRO MAGNO

Continuamos con la serie de muertes misteriosas. Hoy, Alejandro Magno, muerto en Junio del 323 AC.

Alejandro Magno, uno de los conquistadores más poderosos que ha habido en el mundo, clamaba ser hijo de los Dioses. Desafortunadamente, era mortal, y murió meses después de su 33 cumpleaños. Su enfermedad final empezó durante un banquete en casa de un comandante en el verano del año 323 AC, cuando se dice que tuvo fiebre muy alta y dolor abdominal. Durante algunos días, se bañó, durmió pero entonces la fiebre fue a peor.

Ya en el cuarto día, se había debilitado mucho y, en el séptimo, no podía ni salir de la cama. No podía ni hablar, y cuando sus tropas pidieron visitarlo el décimo día de su enfermedad no pudo hacer mucho más que seguirlos con la mirada. El onceavo día, murió.

Se dice que cuando los embalsamadores empezaron a trabajar en el cadáver de Alejandro, seis días después de su muerte, encontraron el cuerpo fresco e incorrupto, un hecho muy destacable dado el calor veraniego que hacía.

Alejandro el Magno fue una de las figuras históricas que se trataron en la Conferencia Clínico Patológica Anual en la Universidad de Maryland, en la que expert@s médic@s intentan aportar nuevos puntos de vista sobre las muertes de famos@s. Philip A. Mackowiak, un profesor emérito de la Facultad de Medicina de la Universidad, es tanto el director de la conferencia (quién decidió analizar el caso del conquistador en 1996) como autor del libro: «Post Mortem: Solucionando los Grandes Misterios Médicos de la Historia«. En el libro, explica que los intentos por entender la muerte de Alejandro son complicados dado que no han sobrevivido pruebas contemporáneas del suceso y las descripciones del caso se hicieron siglos después del suceso.

Además, esas descripciones se contradicen: Plutarco, escritor de los siglos I y II DC, asegura que Alejandro no tenía dolor alguno, otras fuentes añaden ese síntoma para hacer de la muerte del conquistador un caso más interesante. Pero otras fuentes antiguas mantienen que sí experimentó bastante dolor, que empezó justo después de engullir un gran cáliz de vino, hecho que sugeriría que Alejandro fue envenenado (como apoya el historiador romano Justino).

Plutarco

Alejandro se había creado muchos enemigos, no menos aún con su afirmación de que «Soy el hijo de los Dioses«. Mackowiak escribe que Alejandro también ofendió a su séquito Macedonio haciendo que se vistieran como Persas vencidos, y la última campaña que estaba planeando (a través del Cuerno de Arabia y el Norte de África) «debería haber sido altamente bienvenida por su ejército exhausto».

Si hablamos sobre quien osó envenenar al gran Alejandro, Mackowiak apunta que algunos sostienen que fue Antipater, un regente Macedonio ambicioso, incluso involucran al filósofo Aristóteles (quien había sido tutor de Alejandro) y quien abrumado por la vida del guerrero se involucró en la trama. De nuevo nos encontramos con el arsénico como posible culpable; Mackowiak escribe que se sabe que este veneno causa dolor abdominal y debilitamiento progresivo y en algunas de sus formas solubles en el agua es prácticamente insípido, haciendo que sea muy fácil esconderlo en la comida o en la bebida. Pero la fiebre, sin embargo, no es un signo de envenenamiento por arsénico, y much@s historiador@s dudan que se usara como veneno en esa época.

Una enfermedad tropical parece mucho más plausible. Según Mackowiak, un tipo especial de Malaria causado por el parásito Plasmodium falciparum podría haber causado las fiebres de Alejandro, el dolor de estómago, y su muerte; pero no la pérdida del habla o la conservación fresca de su cadáver.

Otr@s sugieren que podría tratarse del virus de la encefalitis del Oeste del Nilo, que puede producir parálisis, pero que no suele ser mortal. En Post Mortem, Mackowiak sugiere que lo más probable fue la fiebre tifoidea que sí causa una parálisis progresiva.

Antes de la importancia del agua limpia y de que los sistemas de alcantarillado fuesen bien entendidos, la fiebre tifoidea era un gran azote, ya que tanto la comida como la bebida solían infectarse con heces que llevaban la bacteria que causa la enfermedad: Salmonella typhi.

Salmonella typhi

La fiebre tifoidea normalmente incluye un aumento progresivo de la fiebre y de la debilidad, dolor abdominal, y otros síntomas horribles, pero en casos muy contados, está acompañada de una parálisis progresiva que empieza por las piernas y sube hasta el cerebro. También podría tratarse del síndrome Guillain-Barré que siempre suele ser mortal.

El Síndrome de Guillain-Barré

Mackowiak sugiere que si Alejandro sufrió Guillain-Barré, la parálisis habría sido la causa de que perdiera el habla una vez ya hubiese alcanzado sus nervios centrales. Pero Mackowiak también sugiere inquietantemente que la parálisis podría ser la causa de mantener la frescura del cadáver de Alejandro dado que, al llegar los embalsamadores podría no haber estado muerto sino simplemente paralizado. En ese caso fue bueno que los embalsamadores llegaran 6 días tarde.

Buen Martes!! 🙂


Artículo Original: «The Mysterious Deaths of 6 Historical Figures» en Mental Floss

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