Hablemos de bostezar

No puedes resistir bostezar.

L@s científic@s no están 100% segur@s si se trata de cansancio, estrés u otros factores sociales los que están tras el bostezo y por qué puede llegar a ser tan contagioso.

Conoces esa sensación. Es imposible resistirse a ella. Necesitas bostezar.

Un bostezo consiste en abrir la boca mucho seguido de un cerrarla mucho más rápido. En los mamíferos y aves, una larga inspiración y una corta expiración siguen a este movimiento, pero en otras especies, como los peces, anfibios y serpientes no hay inspiración de aire.

Pero… ¿Qué hay tras un bostezo? ¿Por qué ocurre?

En el pasado, la gente tenía muchas hipótesis. Ya por allá el 400 A.C., Hipócrates pensó que bostezar sacaba el aire malo de los pulmones antes de tener fiebre.

En los siglos XVII y XVIII, los doctores creían que el bostezar incrementaba el oxígeno en sangre, la presión sanguínea, el ritmo del corazón y la circulación.

Más recientemente, el consenso se ha movido hacia la idea que afirma que el bostezar refresca el cerebro, de modo que cuando las condiciones y la temperatura del cerebro suben, también lo hacen los episodios de bostezos.

«Bostezar Refrresca El Cerebro»

A pesar de todas estas teorías, la verdad es que l@s científic@s no saben la función biológica real de un bostezo.

Lo que sabemos es que casi todas las especies bostezan. Ocurre cuando el animal está cansado. En algunas especies, el bostezo se utiliza como demostración de una amenaza. Bostezar puede ocurrir en momentos de conflicto social y de estrés, una cosa que l@s investigador@s denominan «comportamiento de desplazamiento».

Y esa gran boca abierta puede ser contagiosa, especialmente en especies sociales como l@s human@s, chimpancés, bonobos, macacos y lobos.

Ver a alguien bostezar (e incluso leer sobre bostezos) nos lleva a bostezar. ¿Por qué?

La investigación en humanos indica que las personas más empáticas tienden a ser más susceptibles al contagio del bostezo. Cuando vemos a alguien bostezar, las redes de nuestro cerebro responsables de la empatía y de las aptitudes sociales se activan.

¿Bostezar también se contagia en perros? En 2011, en el Reino Unido, biólog@s testearon el contagio del bostezo entre personas y ‘el mejor amigo del hombre’. Aunque 5 de los 19 perros que estudiaron bostezaron como respuesta al bostezo de una persona desconocida, l@s investagdor@s no pudieron demostrar que los bostezos fuesen contagiosos.

En 2013, científic@s cognitivos y de la conducta de la Universidad de Tokio volvieron a repetir la prueba con los perros pero, esta vez, también controlaban el estrés. Esta vez l@s investigador@s descubrieron que los perros eran más proclives a bostezar en respuesta a una persona conocida. Concluyeron que los perros pueden ‘atrapar’ un bostezo de los humanos y que, por tanto, bostezar es más un comportamiento social que uno basado en el estrés.

En 2014, psicólog@s de la Universidad de Nebraska analizaron el contagio del bostezo en perros, de nuevo. Descubrieron que algunos perros que bostezaban al estar expuestos a bostezos humanos tenían elevados niveles de cortisol (una muestra del estrés).

Los niveles de la hormona no aumentaban en los perros que no bostezaban como respuesta a un bostezo humano. Este hallazgo demuestra que algunos perros toman el bostezo humano como estresante mientras que otros no. Como podréis suponer, aún es necesaria más investigación entre esta relación perro-humano.

Así qué, el jurado aún no ha decidido sobre la verdad de por qué bostezamos. Pero, al hablar del bostezo interespecies, podemos recoger varias anécdotas como las que hemos aprendido hoy.

Porbadlo :-). Bostezad y comprobad si vuestra mascota os devuelve el bostezo.

One More Thing…

Os dejo esta TED en la que se habla de por qué bostezamos:

Buen Domingo!! 🙂


Artículo Original: «What Is It About Yawning?» en The Conversation

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