¿Cuál es tu canción?
La mayoría de personas tiene una. Esa canción, de tus jóvenes años de gloria, que hace que saltes, que te mantiene en movimiento, que inunda tu cuerpo con pensamientos positivos y con la urgencia de bailar. Para Kayt Sukel (autora del artículo original), esa canción es el éxito de The Cure de 1987 titulado «Just Like Heaven». Cada vez que oye esa canción, tiene que resistir el deseo de levantarse y de danzar alrededor de la habitación. Muchas personas tienen una canción como esa, una que mantenemos en las fiestas o en las listas de reproducción que escuchamos casi a diario.
Pero, ¿y si esa canción pudiese hacer algo más que animarte a cantar en el coche por la mañana mientras vas al trabajo? ¿Qué pasaría si tuviese beneficios reales para el cerebro? Nuevas investigaciones sugieren que sí los tiene. Un estudio llevado a cabo por científic@s del Hospital Metodista de Houston sugiere que esa música familiar, positiva tendría el poder de incrementar la activación y la conectividad en el cerebro y, por tanto, podría aportar beneficios terapéuticos a aquell@s que estuviesen recuperándose de un ictus.
Musico terapia y La Rehabilitación Del Ictus
Hace tiempo que sabemos que las actividades de enriquecimiento ayudan a promocionar la recuperación después de un ictus, un ataque al tejido neuronal causado por una interrupción del flujo sanguíneo al cerebro.
Las formas más comunes de rehabilitación incluyen ejercicios físicos, del habla y del lenguaje, así como terapias ocupacionales; la músico terapia también se utiliza. Anita Forsblom, una músico terapeuta Finlandesa, menciona que como terapeuta de casi 20 años de experiencia, ha visto cómo la música puede ser la clave para ayudar a l@s pacientes de ictus.
«La música puede ayudar a las personas a comunicarse y a participar cantando, incluso cuando a causa del ictus no disponen de las palabras […] Pero en esos casos puede ser beneficioso el mero hecho de la escucha», menciona Frosblom.
Algunas terapias musicales incluyen que los pacientes canten para ayudarles a recuperar la función del lenguaje. Otras incluirán hacer música con instrumentos simples para ayudarles a recuperar las capacidades motoras. Y, como recalca Forsblom, la escucha también es terapéutica. ¿Por qué será?
Para aprender más, se juntó con Teppo Särkämö, miembro de la facultad de medicina de la Universidad de Helsinki, para estudiar los mecanismos neuronales de la exposición musical. L@s investigador@s reclutaron 60 supervivientes de ictus, pidiéndoles a un tercio de ellos que escuchasen música y a otro tercio que escuchasen un audio libro como parte de sus esfuerzos de rehabilitación. El tercio restante, no hacia nada, era el grupo de control.
L@s pacientes que escucharon música a diario durante 6 meses mostraron mejores resultados: mejores puntuaciones en recuerdos verbales, más atención, menor confusión y mejor estado de ánimo. Los resultados se publicaron en 2008 en: Brain, A Journal of Neurology.
Särkämö menciona que los resultados no le sorprendieron. Se conoce a la música como ser capaz de llevar a cabo una activación extensiva del cerebro humano, y un flujo sanguíneo incrementado puede ayudar al cerebro a recuperarse restaurando las venas y las conexiones sinápticas dañadas por un ictus.

Afirma que, «La escucha de música induce a la activación de los sistemas del cerebro del placer y de la recompensa, que es el núcleo de la eficacia que vemos en todas las herramientas musicales de rehabilitación […] El escuchar música mejoró la recuperación cognitiva, emocional y neuronal en comparación con la escucha de audiolibros o con el grupo de control»
La Familiaridad Crea Recuperación
Pero, ¿hay algún género musical más adecuado para la rehabilitación que otro? ¿Qué tipo de música nos dará los mejores resultados? ¿Tiene algo que ver la relación de la persona con un tipo de música?
Estas fueron las preguntas que varios expertos se hicieron después de ver el estudio de Särkämö.
«Much@s de nosotro@s tenemos una pieza musical con la que conectamos, tenemos una conexión emocional positiva con ella y nos trae recuerdos y emociones cuando la oímos […] Y se ve como una experiencia cognitiva totalmente diferente en comparación en cuando escuchamos alguna música que no nos es familiar. De modo que nos preguntamos: ¿Qué pinta tendría una escucha activa de una pieza que conocemos dentro de nuestro cerebro, en comparación con la escucha de una pieza que nunca hemos oído antes?«
Fue entonces cuando se reclutaron a 12 voluntari@s san@s para escanearles el cerebro a medida que escuchaban una variedad musical y de lenguaje.
Una de las piezas musicales la elegían l@s propi@s voluntari@s (se les recomendaba que eligiesen una canción que les evocara una fuerte y positiva respuesta emocional); mientras que las otras dos piezas eran unas, poco familiares, piezas barrocas de Bach y de Opera Japonesa Clásica. Los clips se refinaban con grabaciones de lenguaje africano, de lecturas de un boletín de noticias y de grabaciones de lenguaje de pasión. Los resultados se publicaron el 27 de Julio de 2016 en Brain Connectivity.
L@s investigador@s descubrieron diferentes patrones de activación cerebral para las diferentes piezas musicales. Las piezas, ‘auto – elegidas‘, aportaron una actividad muy significativa a los centros de emoción y de memoria del cerebro; mientras que las piezas poco conocidas activaban las áreas de atención y de memoria. Además, a pesar que las piezas ‘auto – elegidas’ eran my diferentes entre ellas, los patrones de actividad cerebral eran remarcablemente similares.

«Demostramos un patrón similar de conectividad en los cerebros de los individuos en lo referente a la música que habían elegido […] Esto es importante porque demuestra que es la música. Esa música realmente conduce todos esos procesos cerebrales incluso en diferentes edades, géneros o pasado. Esa música familiar parece hacer alguna cosa para tod@s»
Una Fórmula Mejor Para La Rehabilitación
Särkämö afirma que cree que los resultados son convincentes, que tienen mucho sentido. «Psicológicamente, vemos que la música que nos es muy familiar acarrea emociones y recuerdos personales, a menudo los positivos, que pueden aportar confort y consuelo cuando atravesamos un evento importante y de alto stress, como pueden ser las primeras semanas y meses después de un ictus […] En línea con estos resultados, también hemos detectado que la escucha regular de música mejora la neuroplasticidad estructuras en las regiones límbicas, lo que se relaciona con una mejor recuperación emocional«

La música familiar puede hacer más que facilitar la recuperación emocional. Podría mejorar la restauración de la conectividad que, a su vez, promocionaría una recuperación funcional. De modo que estamos frente a un planteamiento terapéutico en que un tipo de música (la familiar) serviría para activar ciertas partes del cerebro y otro (la nueva) activaría otras.
«Este tipo de sesiones en que vamos de la música familiar a la nueva, pueden aportar un incremento en la conectividad y la estimulación en el cerebro»
Buen Sábado!! 🙂
Artículo Original: «Different Types of Music May Aid Stroke Recovery» en Dana Foundation
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