¿Preparados? ¿Listos? Hoy es el primer día de verano y mañana es el último día de clase para nuestr@s hij@s. ¿Habéis pensado qué van a hacer durante estas vacaciones? ¿Ir a la playa? ¿Campus deportivos? ¿Classes de idiomas? O, ¿Quizá todos ellos?
Hoy propongo aprender un punto un poco contradictorio, y es que psicólogos recomiendan que l@s niñ@s se aburran en verano. ¿Por qué? Veámoslo.
Hay propuestas de actividades y de campus de verano por doquier para llenar estos casi 3 meses de vacaciones de l@s chic@s y para cubrir esa necesidad de cuidado que esta discordancia entre vacaciones de hijo y vacaciones de padres deja al descubierto cuándo l@s niñ@s tienen vacaciones. Pero psicólogos y expertos en el desarrollo de l@s chic@s sugieren que sobrecargar demasiado a las criaturas durante el verano es innecesario y en último término puede evitar que l@s chic@s descubran qué es lo que realmente les interesa.
Según Lyn Fry, psicologa de niñ@s en Londres especializada en educación: «Tu rol como padre es preparar a tus hijos para que éstos tengan su lugar en la sociedad. Ser adulto significa ocuparte a tí mism@ y rellenar tu tiempo libre de un modo que te haga feliz. […] Si los padres pasan todo su tiempo rellenando el tiempo libre de sus hijos, entonces éstos nunca serán capaces de hacerlo por sí solos«.
Fry no es la única que destaca los beneficios del aburrimiento. La Doctora Teresa Belton, de la Universidad de East Anglia, especializada en la conexión entre aburrimiento e imaginación, reporta que el aburrimiento es crucial para desarrollar el «estímulo interno», que después permite la creatividad verdadera.
«Alla en 2003 teníamos una cosa llamada aburrimiento.»
Y, a pesar que nuestra capacidad para el aburrimiento se haya visto reducida con todas las atracciones de internet, los expertos han estado debatiendo la importancia de no hacer nada durante décadas.
Si vamos un poco atrás en el tiempo, nos encontramos con que en 1993 el psicoanalista Adam Phillips escribía que «la capacidad para aburrirse puede ser un logro en el desarrollo del niño«. El aburrimiento es una oportunidad para contemplar la vida, mejor que correr a través de ella menciona en su libro «On Kissing, Tickling and Being Bored: Psychoanalytic Essays on the Unexamined Life» (Sobre Besar, hacer cosquillas y estar aburrido: Ensayos Psicoanalíticos de la vida por explorar).
«Es una de las demandas más opresivas de los adultos el que los chicos deberían estar interesados más que tomarse un tiempo para ver qué es lo que les interesa a ellos. El aburrimiento es intrínseco al proceso de tomarse uno mismo tiempo»
«Todos deberíamos sentarnos callados cerca de un pequeño arroyo y simplemente escuchar»
Fry propone que al principio del verano los padres se sienten con sus hij@s (al menos con esos que tengan a partir de 4 años de edad) y que juntos escriban una lista de todas las cosas que l@s niñ@s disfrutaran durante sus vacaciones. Éstas pueden ser actividades básicas, como jugar a las cartas, leer un libro o ir en bici. También podrán aportar ideas más elaboradas como cocinar una cena, practicar fotografía, etc…
Luego si tu hij@ viene durante el verano diciéndote que está aburrid@, recuérdale de echar un vistazo a la lista.
«Les pasasa ellos la responsibilidad de decir: ‘Esto es lo que querría hacer’«, dice Fry.
Aunque quepa la posibilidad que a l@s chic@s les pille un bajón por un momento y se aburran, es importante tener en cuenta que no se trata de tiempo perdido.
Fry recalca que, «No hay ningún problema en estar aburrido. No es un pecado ¿no? Pienso que l@s chic@s tienen que aprender cómo estar aburridos para que se motiven para hacer cosas. Estar aburrido es un modo de hacer que l@s chic@s sean independientes«
De nuevo, mirando hacia atrás, la misma teoría es la que propuso el filósofo Bertrand Russel en 1930 que dedicó un un capítulo entero de su libro «La Conquista de la Felicidad» al valor potencial del aburrimiento. La imaginación y la capacidad de enfrentarse con el aburrimiento tiene que ser aprendida cuando somos niñ@s, escribió:
«Un@ niñ@ se desarrolla mejor cuando, cómo una planta joven, se le deja intacto en el mismo suelo. Demasiado viaje, demasiada variedad de impresiones, no son buenas para los jóvenes y hace que, a medida que éstos crecen, sean incapaces de conseguir una monotonía productiva» (se puede esta de acuerdo o no 🙂 )
Así pues . . . ¿Estáis preparad@s para dejar que vuestr@s hij@s se aburran este verano? o ¿mejor será que les compremos unas «Vacaciones Santillana«?
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