Han pasado casi dos meses desde que pudimos aprender alguna cosa en Feel The Brain. Aún así me gustaría agradeceros el no haber dejado de visitar los brain feelings. A partir de hoy reemprendemos nuestro viaje de aprendizaje.
Lo haremos con un artículo que desde mi punto de vista es espléndido. Se trata de la evolución de la ansiedad y nos ayudará a entender el porqué tenemos ansiedad. No os lo perdáis.
Pongamos por un momento que eres una jirafa.
Vives en la sabana Africana. Tienes un cuello de 2.1 metros. Alrededor tuyo, casi a diario puedes ver como grupos de humanos conducen y te toman fotos.
Pero no es tan sólo tu cuello y sus cámaras los que te hacen diferente de los humanos. Quizás la diferencia más grande entre tu y tus colegas jirafas y los humanos que te están tomando fotos es que casi cualquier decisión que tú tomas como jirafa aporta un beneficio inmediato a tu vida:
- Cuando estás hambrienta, te acercas a un árbol y comes.
- Cuando una tormenta se acerca por la planicie, te cobijas debajo de un arbusto.
- Cuando ves a un león acosándote a ti y a tus amigas, simplemente sales corriendo.
En un día dado, la gran mayoría de las decisiones que tomas como jirafa -como qué comer, dónde dormir o cuándo evitar a un depredador- tienen un impacto inmediato en tu vida. Vives en lo que l@s investigador@s llaman Entorno de Retorno Inmediato dado que tus acciones te dan beneficios inmediatos. Tu vida está fuertemente orientada al momento presente.
El Entorno de Retorno Retardado
Ahora, cambiemos los roles. Eres uno de esos humanos que están de vacaciones en el safari. A diferencia de las jirafas, los humanos viven en lo que l@s investigador@s llaman Entorno de Retorno Retardado.
La mayoría de las elecciones que vas a tomar hoy no te van a beneficiar de modo inmediato. Si haces un buen trabajo hoy, recibirás la paga en unas semanas. Si ahorras dinero ahora, tendrás suficiente para cuando te retires. Muchos de los aspectos de la sociedad moderna están diseñados para retardar las recompensas hacia algún punto en el futuro.
Ocurre lo mismo con nuestros problemas. Mientras una jirafa se preocupa por problemas inmediatos como evitar a los leones y buscar cobijo frente una tormenta, la mayoría de los problemas de los que los humanos nos preocupamos son problemas del futuro.
Por ejemplo, mientras estás en el safari de la sabana en tu Jeep, podrías pensar: «Este safari es muy divertido. Sería muy cool trabajar como un guardia del parque y así poder ver jirafas cada día. Hablando de trabajo, ¿es el momento para cambiar de carrera? ¿Estoy haciendo el trabajo que debería hacer? ¿Debería cambiar de trabajo?»
Desafortunadamente, vivir en un entorno de retorno retardado tiende a conducir a los humanos a situaciones de stress y ansiedad crónicas. ¿Por qué? Pues porque nuestro cerebro no fue diseñado para solucionar los problemas de un entorno de retorno retardado.
La Evolución del Cerebro Humano
El cerebro humano se desarrolló hasta su forma actual mientras los humanos aún vivían en un entorno de retorno inmediato.
Lo primeros restos de humanos modernos -conocidos también como Homo sapiens sapiens- datan aproximadamente de hace 200.000 años. Esos fueron los primeros humanos en tener un cerebro relativamente similar al nuestro. En particular, el neocortex -la parte más nueva del cerebro y la parte responsable de tus funciones superiores como el lenguaje- tenía prácticamente el mismo tamaño hace 200.000 años que ahora.
En comparación con la edad del cerebro, la sociedad moderna es increíblemente nueva. Ha sido tan sólo recientemente -durante los últimos 500 años- cuando nuestra sociedad ha virado hacia un entorno de retorno retardado. Y la cosa es que este cambio ha sido exponencialmente incrementado comparado a los tiempos prehistóricos. En los últimos 100 años hemos visto el nacimiento del coche, del avión, de la televisión, el ordenador personal, de Internet y de Beyonce 🙂 . Casi todo lo que conforma tu vida diaria ha sido creado en una minúscula ventana de tiempo.
Puede pasar de todo en 100 años. Pero desde la perspectiva de la evolución, 100 años no son nada. El cerebro humano moderno ha pasado cientos de miles de años evolucionando en un tipo de entorno (retorno inmediato) y en un abrir y cerrar de ojos todo el entorno ha cambiado (retorno retardado). Tu cerebro fue diseñado para valorar retornos inmediatos.

La Evolución de la Ansiedad
La falta de sincronía entre nuestro viejo cerebro y nuestro nuevo entorno tiene un impacto significativo en la cantidad de stress crónico y de ansiedad que experimentamos hoy en día.
Hace miles de años, cuando los humanos vivían en un entorno de retorno inmediato, el stress y la ansiedad eran emociones útiles dado que nos ayudaban a tomar acciones en frente a problemas inmediatos.
Por ejemplo:
- Un león aparece en la planicie > nos stressamos > nos escapamos > nuestro stress se ha liberado.
- Oímos que se acerca una tormenta > nos preocupamos por encontrar cobijo > encontramos un refugio > nuestra ansiedad se libera.
- No has bebido agua hoy > te sientes stressad@ y deshidratado > encuentras agua > tu stress se libera.
Así es como tu cerebro ha evolucionado para utilizar la preocupación, la ansiedad y el stress. La ansiedad era una emoción que ayudaba a los humanos a protegerse en un entorno de retorno inmediato. Se construyó para solucionar problemas bien delimitados, a corto plazo. No existía el stress crónico ya que no existían los problemas crónicos en un entorno de retorno inmediato.
Raramente los animales salvajes experimentan stress crónico. Cuando vives en un entorno de retorno inmediato tan sólo debes preocuparte por los stressores concretos. Una vez la amenaza se ha ido, la ansiedad desaparece.
Hoy en día, nos enfrentamos a problemas diferentes. ¿Tendré suficiente dinero para pagar las facturas el mes que viene? ¿Seré promocionad@ en el trabajo o me quedaré estancad@? ¿Repararé mi relación rota? Los problemas en un entorno de retorno retardado raramente se pueden solucionar «ahora» en el momento presente.
¿Qué podemos hacer?

Una de las grandes fuentes de ansiedad en un entorno de retorno retardado es la incertidumbre constante. No hay garantía alguna de que ser buen estudiante nos asegure poder tener un trabajo. No hay promesa alguna de que las inversiones suban en el futuro. Nadie nos asegura que tener una cita nos aporte nuestra media naranja. Vivir en un entorno de retorno retardado significa estar rodeados por la incertidumbre.
Entonces, ¿qué puedes hacer? ¿cómo puede prosperar en un Entorno de Retorno Retrasado que crea tanto stress y ansiedad?
La primera cosa que puedes hacer es mesurar algo. No puedes tener la certeza absoluta de cuánto dinero tendrás cuando te jubiles, pero puedes eliminar parte de esa incertidumbre si mides cuánto ahorras cada mes. Tampoco puedes estar segur@ que tendrás trabajo al graduarte, pero puedes seguir cuán a menudo estás en contacto con posibles empleadores. De igual modo, nunca podrás predecir cuándo vas a encontrar el amor, pero puedes prestar atención a las veces que te presentas a ti mism@ a alguien nuevo.
El hecho de mesurar hace que una cantidad desconocida se convierta en conocida. Cuando mesuras algo, automáticamente estas más segur@ de la situación. Es evidente que el hecho de mesurar no va a solucionar todos tus problemas de modo mágico, pero hará que la situación sea más clara; te sacará de la caja negra de la preocupación y de la incertidumbre, ayudándote a entender qué es lo que realmente está pasando.
Aún más, una de las distinciones más importantes entre el Entorno de Retorno Inmediato y el Entorno de Retorno Retrasado es el feedback rápido. Los animales están continuamente obteniendo feedback de las cosas que les causan stress. Como resultado, son capaces de reconocer si se han de sentir stressados o no. Sin llevar a cabo una mesura no tienes feedback.
Existen ya algunos métodos y estrategias como pueden ser:
- Paper Clip Strategy; para seguir acciones repetitivas y diarias.
- La Estrategia Seinfield: con el fin de seguir comportamientos a largo plazo.
Cambia Tu Preocupación
La segunda cosa que puedes hacer es «cambiar tu preocupación» del problema a largo término a la rutina diaria que solucionará ese problema:
- En lugar de preocuparte por vivir más, preocúpate por dar un paseo cada día.
- En lugar de preocuparte si tu hij@ podrá tener una beca para la universidad, preocúpate por cuánto tiempo le dedica al estudio diariamente.
- En lugar de preocuparte por perder peso para el día de tu boda, preocúpate por hacerte una cena sana esta noche.
La clave que hace que esta estrategia funcione pasa por asegurar que tu rutina diaria tenga dos beneficios simultáneos: que te recompense en el momento (retorno inmediato) y que resuelva tus problemas futuros (retorno retardado).
En definitiva, nuestros cerebros no evolucionaron en un Entorno de Retorno Retardado, pero es donde nos encontramos hoy en día. La esperanza reside en que el hecho de mesurar las cosas que son importantes para ti y cambiando tu preocupación hacia rutinas diarias serás capaz de reducir parte de esa incertidumbre y de ese stress crónico inherente a nuestra sociedad moderna.
Artículo Original:
- Descubrí este artículo en LifeHacker: «The Evolution of Anxiety: Why We Worry and What to Do About It«
- Pero es mérito de James Clear el haber escrito el artículo en su web: «The Evolution of Anxiety: Why We Worry and What to Do About It«
Buen Sant Jordi 🙂 !