Hola!
El Brain Feeling de hoy es un Crtl+C, Ctrl+V de una entrevista hecha en «Desde el Exilio» por Germánico a James Fallon titulado: «El psicópata ilustrado (entrevista a James Fallon)«. Fue justo ayer cuando navegando por internet me crucé con la figura de Fallon al ver el título de uno de sus libros que me llamó la atención: «The Psychopath Inside: A Neuroscientist’s Personal Journey Into the Dark Side of the Brain«:
¿Os parece bien que conozcamos la figura de James Fallon? Os aseguro que no os dejará indiferentes.
Si le preguntan a una persona al azar sobre qué es un psicópata muy probablemente les responderá que es un tipo malvado que disfruta torturando y matando a sus semejantes. Esta imagen común responde a las truculentas y mediáticamente difundidas expresiones extremas de una constelación de personalidades con ciertos rasgos atenuados o exacerbados en función de la fisiología subyacente.

Nuestra genética está en el origen de nuestra personalidad, y tiene un papel bastante destacable en la misma. Sin embargo el ambiente -empezando por el intrauterino (un ambiente en el que hormonas y otras moléculas provenientes de la madre interactúa con el juego hormonal desplegado por los genes en el desarrollo), continuando por el de la primera infancia (en el que se graban experiencias en la psique a gran profundidad) y las subsiguientes etapas de la vida, en las que la consciencia y la volición ya juega un papel más importante- tiene un papel de gran importancia en determinar si alguien genéticamente predispuesto a desarrollar rasgos psicopáticos, lo hará en mayor o menor grado, o desarrollará unos más que otros, en beneficio o en detrimento de si mismos y de su comunidad.
Sobre los psicópatas se han hecho numerosos estudios y éstos han centrado su atención no sólo en aquellos que tienen comportamientos criminales violentos, sino también en personas razonablemente integradas en el entramado social que, careciendo de empatía, temerarias, indiferentes al sufrimiento ajeno, frías y templadas en situaciones en las que la mayoría de la gente pierde el control, son, sin embargo, eficaces profesionales en determinados ámbitos en los que sus supuestas “taras” resultan ser ventajosas, o, en términos evolucionistas, adaptativas.
Y es que a lo largo de nuestra larga historia evolutiva en grupos sociales, como señala el psicólogo social moral Jonathan Haidt, las personas nos hemos vuelto moralmente un 10% insectos sociales y un 90% chimpancés, puesto que hemos necesitado de diversas herramientas cognitivas para prosperar como individuos y familias dentro de los grupos de supervivencia de los que formábamos parte, que superaban el ámbito estrictamente genético, incluso frente a otros grupos de nuestra misma especie que competían por los recursos contra nosotros. Así hemos necesitado héroes, guerreros, aventureros, obsesivos, miedosos (o prudentes), reflexivos…etc etc. Pero a la hora de afrontar peligros externos y de establecer la jerarquía que permitiese un cierto orden social, los denominados machos alfa y también las hembras alfa, que se observan en los grupos sociales de los chimpancés, han sido más determinantes que los honrados cooperadores más predispuestos a organizar la sociedad al estilo de los insectos sociales.
Las cualidades requeridas en los líderes de una manada que se encuentra en territorio hostil nos hacen pensar mucho a las que se encuentran en grado más o menos intensificadas en las personas clasificadas a día de hoy como psicópatas o, para ser precisos, a la inversa: las cualidades que se encuentran en los psicópatas nos hacen pensar en las que fue preciso que desarrollasen determinados individuos dentro de los grupos sociales humanos ancestrales para contribuir a la supervivencia del grupo en entornos difíciles.
Como al final se trata nada más que de adaptación, es comprensible que los adaptados del pasado puedan resultar inadaptados hoy. O bien, para ser más precisos, que lo que en el pasado pudo ser funcional para los grupos humanos resulte hoy funcional solamente en ciertos ámbitos y en ciertos rasgos.
¿Puede una persona con personalidad psicopática ser un hombre de negocios, un político o incluso un científico brillante que desarrolle su labor con eficacia? ¿Puede acaso ser que en parte tal vez su eficacia se derive de algunos de sus rasgos presumiblemente malévolos?

La respuesta es que sí, que indudablemente sí. Un psicópata no es un ser monolítico y pétreo que repite conductas estereotipadas, inflexible, y es completamente racional, egocéntrico y carente de emociones. Es un animal mucho más complejo.
Tiene mucho de depredador, pero para ello ha de ser un sutil perceptor de las emociones de los demás, lo que invalida la idea de que no tiene empatía. Y persigue sus objetivos dando muestra de una gran flexibilidad mental, en muchas ocasiones de una inteligencia brillante, porque hay muchas formas de obtener lo que uno desea sin tener que forzar las cosas con violencias desmedidas o engaños sofisticados. Son aquellos que sufren situaciones familiares terribles, por lo general los que, de entre este grupo humano susceptible de desarrollar rasgos psicopáticos, se convierten en los famosos asesinos en serie. El resto permanece en una penumbra amoral de la que asoman comportamientos ambiguos o en ocasiones malévolos, que pueden ser vistos como capullos integrales, malas parejas, egoístas, retorcidos, dados al autobombo, etc etc, e incluso pueden pasar razonablemente desapercibidos.
James Fallon es un neurocientífico estadounidense con publicaciones reconocidas sobre la esquizofrenia, la enfermedad de Parkinson, la enfermedad de Alzheimer así como en investigación básica sobre neurotransmisores, conexiones neuronales y neuroimagen.

Sin embargo, es mundialmente famoso por su vida personal ya que en 2005 cuando estaba estudiando el cerebro de los psicópatas decidió estudiar los cerebros de su propia familia incluido el suyo y allí se encontró con que su propia cerebro tenia todas las características que observaba en los psicópatas graves.
Decidió hacerse otras pruebas, como análisis genéticos del gen de la Monoaminooxidasa A (MAO-A) y descubrió que tiene la variante que predispone a un comportamiento más agresivo cuando se asocia a experiencias traumáticas infantiles (si no se añade ese elemento ambiental negativo entonces la predisposición a la violencia no se manifiesta).
Cuando le contó el tema a su madre, ésta le dijo que en la familia de su padre había habido siete asesinos. Una de estos asesinos fue Lizzie Borden, que mató a su padre y a su madrastra con un hacha y luego los descuartizó en cuarenta trozos.

Fallon suele decir que lo que le salvó a él de haber desarrollado una psicopatía grave fue el buen ambiente familiar en la infancia y la ausencia de malos tratos o experiencias traumáticas. Como nos explica en esta entrevista, considera que los primeros tres años de vida son importantes y que si se sufre abuso en esa época se producen alteraciones en genes reguladores que actúan sobre otros genes que tienen una influencia más directa en la agresión, el estrés, la empatía, etc.
Verdaderamente, tiene que ser impactante para alguien tener la información con la que se encontró Fallon y tiene que ser inquietante ser que se cuenta con el potencial para una conducta violenta grave. Tal vez pueda generar un inseguridad en uno mismo y un miedo a perder el control. Y no menos impactante tiene que ser para las personas que tiene alrededor, por ejemplo su esposa. Pero parece que Fallon lo ha gestionado muy bien y ha desarrollado una carrera interesante y productiva. Nos hemos puesto en contacto con él y ha sido tan amable de conectarnos unas breves preguntas sobre los psicópatas y sobre su trabajo.
Alvaro Cortina nos ayudó con sutilezas del inglés de las preguntas formuladas y, entre Pablo Malo y un servidor preparamos esta introducción y estas preguntas para James Fallon.
1.- Kevin Dutton escribió un libro, “The Wisdom of the Psychopaths”, en el que defiende que la personalidad psicopática no es algo monolítico sino compuesta por numerosas características con diales más altos o más bajos, y que según los contextos o ambientes podría ser adaptativa para el bien de la sociedad. ¿Cuándo pasamos la línea roja que separa una personalidad considerada normal de una patológica?
«Los rasgos básicos de personalidad están codificados e incluidos por la genética. Cada uno de ellos y de las 350 conductas complejas adaptativas están influenciadas de media por unos quince genes, con otras influencias menores procedentes de una combinación de cientos de reguladores genéticos. Por poner un ejemplo, la conducta agresiva se debate públicamente que es controlada por un gen guerrero, más correctamente unos 15 variantes de genes llamadas alelos, un alelo heredado de de tu madre y otro de tu padre. Todos ellos se combinan para determinar en qué lugar del espectro agresión/violencia cada uno es codificado. Este espectro va de completamente pasivo a extremadamente agresivo, sin embargo ninguno de ellos es considerado anormal, o clínica o psiquiátricamente desviado. O inmoral o criminal. Pero no te resultaría divertido en absoluto jugar a juegos competitivos si estás en cualquiera de los extremos de la conducta.
Ahora parece que más allá de este espectro, uno podría saltar a otro espectro patológico de violencia clínicamente anormal. El salto ocurre cuando alguien que está predispuesto a ser susceptible, es abusado o abandonado en los primeros 3 años de vida. Este abuso dispara alteraciones en los reguladores de genes específicos relacionados con la agresión, el estrés, la ansiedad y la empatía de mantra que en lugar de mostrarse enfadado o agresivo de una manera apropiada (en reacción, por ejemplo, a que uno te ataque o a tu familia) uno está permanentemente alterado por los cambios epigenéticos ocasionados por por metilación o acetilación, dos moléculas sencillas que pueden bloquear o estimular las acciones de los reguladores que son como el pedal del acelerador y el freno de los coches. Estos cambios epigenéticos tempranos tienden a ser permanentes por lo que durante toda la vida de la persona esta se ve impelida de forma inapropiada a la violencia, incluso cuando es culturalmente o socialmente inapropiada y francamente criminal.»

2.- ¿Cómo es estudiar a los psicópatas cuando uno mismo es un psicópata?
«Muy divertido y entiendo el chiste de la situación. Sin embargo, mi mujer, no.»
3.- Normalmente, los psicópatas son considerados moral y legalmente responsables. Se dice que son capaces de diferenciar el bien del mal y que por lo tanto son imputables. Creemos que este argumento es demasiado simple: conocer cognitivamente algo y tener la capacidad de actuar en base a ese conocimiento son dos cosas diferentes (autocontrol, motivación, etc). ¿Cree que los psicópatas tienen libre albedrío, que podrían haber actuado de otra manera? Si los psicópatas no responden al castigo, ¿qué podemos hacer para cambiar su conducta? y de una manera más general…¿cree que existe el libre albedrío con grados diferentes?
«Los psicópatas no comprenden la moralidad porque los circuitos cerebrales que median ese conocimiento, y la inhibición de la conducta, son disfuncionales desde el periodo del nacimiento a los tres años de edad cuando estas áreas cerebrales en las zonas prefrontales, cingulada e insulotemporal no se desarrollan normalmente por una combinación de epigenética y maltrato temprano (naturaleza-crianza/genes-ambiente) Los sociópatas, en cambio, pueden tener las mismas conductas externas de los psicópatas (fenotipos) pero por diferentes razones. Los sociópatas saben que lo que están haciendo es inmoral y muestran ansiedad y arrepentimiento, mientras que los psicópatas no tienen estos sentimientos. Así que , en cierto sentido, sólo los sociópatas pueden ser considerados inmorales o legalmente responsables de sus aciones, mientras que en todas las tradiciones abrahámicas y realmente en la mayoría de Occidente (y gran parte del Este), los psicópatas son simplemente amorales.»
NOTA: En este vídeo podemos aprender las diferencias entre un@ psicópata y un@ sociópata.
4.- ¿Dónde están las mujeres psicópatas? Ahora se está diciendo que el autismo es más prevalente en mujeres de lo que se creía , ¿podría ocurrir lo mismo con la psicopatía? ¿Expresan las mujeres la personalidad psicopática de una manera más adaptativa?
«Hay razones genéticas (Los cromosomas X e Y portan diferentes genes guerreros) por las que hay menos psicópatas mujeres pero más allá de eso, estamos empezando a ver que algunas conductas clásicas “femeninas” de manipulación son realmente psicopáticas ya que tienden a reclutar y manipular a los débiles, normalmente el tipo de perdedor airado que comete el asesinato. Esto puede ser un componente importante en el terrorismo, también; los verdaderos psicópatas manipulan a los jóvenes perdedores airados a hacer los asesinatos, estando ambos satisfechos en vengarse contra el mundo, el atormentador percibido.»
5.-En la serie de televisión Dexter, realmente bien interpretada, extraordinariamente entretenida y con un guión muy atractivo, aparece un protagonista psicópata que en muchos ocasiones no parece muy psicopático. ¿Ha visto la serie? Si la ha visto , ¿cuál es su opinión de la mente del psicópata reflejada en la serie?
«Dexter no es un psicópata y virtualmente ningún villano de las películas o TV son verdaderos psicópatas y la mayoría de los personajes de estas historias son completamente falsos psiquiátricamente, principalmente devbido a que los escritores no saben nada de psiquiatría. También se debe a los elementos temporales constreñidos en las películas y series de TV por lo que rasgos psiquiátricos imposibles son mezclados en personajes individuales de una forma no realista y más bien imposible. En realidad, los psicópatas verdaderos serían unos desastrosos “malos de película” porque son amorales más que inmorales. Los psicópatas son simplemente depredadores, como los grandes tiburones blancos o los virus. La única película que conozco que realmente representa bien psicópatas en todas sus formas es DAU, que acaba de abrir en 15 salas en Paris.»
Los psicópatas son simplemente depredadores, como los grandes tiburones blancos o los virus
6.- Una perspectiva evolucionista nos pone delante de una realidad evidente: la psicopatía es una estrategia evolutivamente estable. La sociedad humana necesita a sus psicópatas o al menos una pequeña proporción, o un pequeño grupo de población con altas puntuaciones en rasgos que pueden resultar en psicopatía , de manera que la propia psicopatía no podría desaparecer del pool genético. Algunos sugieren incluso que en la sociedad moderna e impersonal ser psicópata es más atractivo que en el pasado, en el que los psicópatas eran expulsados de la tribu. ¿Cómo ve la psicopatía desde una perspectiva evolucionista?
«Axioma básico: genes y conductas que son “buenas” para los individuos y las familias son “malas” para la especie, y genes y conductas que son “malas” para los individuos y familias son “buenas” para la especie. Necesitamos desesperadamente psicópatas para la supervivencia de la especie: ¿quién si no subiría cualquier montaña para tener sexo con todo el mundo al otro lado de la montaña?»
7.- ¿En qué está trabajando ahora?
«En cómo el cerebro crea realidades virtuales, predicciones de la realidad de mañana, cada noche. También en la evolución del lenguaje y los rasgos psiquiátricos comparando cerebros, genes y conductas de humanos modernos con las de humanos del Paleolítico y neandertales y otros homininos.»

Este artículo es de lo mejorcito que he leído. Me encanta. Espero que lo disfrutéis tanto como yo.
Buen Viernes!! 🙂
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