¿Por qué nos gusta clasificarlo todo en dos grupos? Siempre en dos sacos: lo normal y lo no normal.
Tendremos tantas definiciones de normal como personas a las que preguntemos; siempre estarán basadas en factores como: el entorno, la educación, la experiencia de cada uno.
Ni siquiera podremos aplicar a la condición humana el término normal de estadística. Esta figura es la distribución normal o campana de Gauss:
Lo que nos muestra es que, dado un conjunto de hechos, éstos se agrupan alrededor de una media (mean) –lo normal- y otros caen fuera de esta media (en gris) -lo no normal-. Sin tener en cuenta entornos, experiencias y personas; esta herramienta nos muestra qué es lo que más abunda y qué es lo que menos en lo que se esté estudiando.
No confundamos pues que lo que mas abunda = normal y lo que menos abunda = no normal. Lamentablemente, el sapiens siempre lo ha hecho y es difícil llevar a cabo esta distinción semántica.
Fijaos en algunos ejemplos de nuestro día a día. Se acostumbra a decir:
- no es normal que un niño no juegue a fútbol con sus compañeros a la hora del patio.
- no es normal que a una mujer le guste otra mujer o que a un hombre le guste otro hombre.
- no es normal el crecimiento de un bebé, porque no encaja dentro de las tablas de percentiles.
- no es normal que alguien escriba con la izquierda en lugar de con la derecha.
- [y así hasta la saciedad]
Pienso de otro modo. La expresión «Se Sale de la media» indica algún hecho positivamente extraordinario; entonces ¿Por qué no aplicamos esta vara de medir siempre?
Los hechos «no normales» son hechos que «se salen de la media»; pero en la ciencia y en la historia siempre se han convertido en materia de estudio y experimentación profunda; mayoritariamente en busca de una corrección que sea capaz de devolver a este individuo dentro del redil de la media.
Hace un par o tres de semanas, me crucé con esta imagen:
«The Prevention and Correction of Left-Handedness in Children» («La Prevención y la Corrección de la Zurdera en los niños») de J.W.Conway de 1936, que en sus 39 páginas pretendía ofrecer pautas de corrección a la zurdera. Intentar corregir algo que se sale de la media.
A partir de los 3 años de edad de un sapiens, es el punto en el que podemos definir si es diestro, zurdo o ambidiestro (no se porque no se le llama ambizurdo -nota mental-); hasta esa edad tan sólo podemos hablar de tendencias.
Pero ¿qué revela la zurdera sobre el funcionamiento de nuestro cerebro?
Veamos varios zurd@s: Platón, Charles Darwin, Carl Sagan, Lewis Carrol, Bart Simpson, Leonardo DaVinci, M.C.Escher, Ringo Starr, H.G.Wells, Paul McCartney, Nicole Kidman, Juana de Arco, Albert Einstein y una inacabable lista de personas que forman parte de la historia de la humanidad y que se salieron (y se salen) de la media.
En el análisis del libro (ver referencia al final de este Brain Feeling) se destacan palabras del autor sobre la zurdera: «En el mundo occidental, los zurdos se han asociado siempre a lo peor de lo peor: pecado, adoración al diablo, el mismo Satan y cualquier cosa que esté diametralmente opuesta a Dios»
Incluso hoy en dia, nuestro entendimiento de la zurdera esta plagado de malentendidos. Se estima que entre un 10% y un 12% de la población de sapiens es zurda.
Pero aún así la definición de zurdera no está del todo clara en nuestros días.
¿Cómo se determina si una persona es diestra o zurda? Mediante este test creado en los 70 del Siglo XX que tiene como objetivo ofrecer un coeficiente de lateralidad del individuo:
En él se clasifican en 3 categorias (izquierda, derecha o cualquiera) estos aspectos: escritura, dibujo, tirar cosas, tijeras, cepillo de dientes, cuchillo (sin tenedor), cuchara, la mano de arriba al coger una escoba, golpear con un palo, abrir una caja.
Aún cuantificando la zurdera no sacamos nada en claro de la dicotomia izquierda-derecha. Según Wolman: «Sabemos que la relación entre el cerebro y el movimiento del cuerpo es cruzada. Por ejemplo, el acto espantar un mosquito con la mano derecha está controlado por una área concreta del hemisferio izquierdo del cerebro llamada el córtex motor que se encarga de enviar las señales necesarias a los músculos del brazo derecho -añado, y viceversa- […] Una muestra de este control cruzado se ve en las personas que han sufrido un ictus o un tumor en un lado del cerebro que, a menudo, muestran una parálisis total o parcial del lado opuesto del cuerpo»
El pistolezo de partida lo dió Paul Broca es sus descubrimientos sobre las funciones cerebrales en el habla:
Explicado muy muy muy rápido, empezó a entrever que la lateralidad tenia que ver con la localización de los centros del habla en el cerebro; no necesariamente ésta se tenía que hallar en el hemisferio derecho.
En su libro, Wolman, hace un recorrido por todo el camino de la zurdera. Diversos puntos del artículo me han impactado. Éste me ha dado mucho que pensar sobre los sapiens: «Una de las teorías mas tempranas es que la zurdera esta distribuida equitativamente en los humanos; pero en las batallas cuerpo a cuerpo del mundo antiguo acabaron con ellos ya que sujetaban la espada con la izquierda y el escudo con la derecha, posición que dejaba al descubierto su corazón. Así a medida que los zurdos murieron en el campo de batalla también lo hicieron sus genes» Aunque un poco romántica fue desestimada posteriormente.
Apareció la teoría opuesta: los zurdos tienen una ventaja competitiva sobre los diestros, pensad en los tenistas, los boxeadores,… zurdos; no están tan entrenados para enfrentarse a un zurdo como para hacerlo con un diestro.
También aparecieron teorías sobre el útero materno: «La orientación del feto dentro del útero fomenta su sentido de la estabilidad; así pues su lateralidad esta basada en qué mano usa el feto para balancearse. La mano que queda libre, en la mayoría de los casos es la derecha, que la puede usar para moverse y explorar, y que se convierte potencialmente en la dominante» Tampoco aceptada.
La explicación más aceptada es la propuesta por Marian Annett en 1972 y publicada en el paper “The Distribution of Manual Asymmetry” que argumenta: «que la lateralidad en los humanos es comparable a la de cualquier otra criatura con patas, garras, pezuñas o lo que sea. La distribución 90-10 en los humanos en contraposición de la 50-50 en el reino animal nos deja a parte.[…] La tendencia hacia la derecha humana se disparó por un cambio en el hemisferio izquierdo del cerebro relacionado con algunas funciones cognitivas como el habla. Ese cambio momentáneo fue causado por un gen»
¿Y la relación entre la lateralidad izquierda, las creencias mágicas, la esquizofrenia etc..? De nuevo todo basado en la asimetría cerebral y en la separación de una línea muy fina entre la genialidad y la locura.
Examinaron el cerebro de Albert Einstein:
En el examen apareció una poco usual simetría que parece apuntar hacía conexiones interhemisferiales más numerosas que la media. Es decir el cerebro de Einstein estaba lleno de imaginación y imaginería, una función claramente de nuestro hemisferio derecho; pero el genío demostró sus dotes de orden y calma del hemisferio derecho. Esto es trabajo en equipo.
Os tengo que decir que yo no soy zurdo. Para alejar cualquier favoritismo.
¿Sabemos responder a la pregunta concreta sobre si es mas normal ser diestro que zurdo o al revés? Yo diría que no. Eso sí, el cerebro tiene sus qués que se manifiestan en los individuos.
Nos os perdaís el artículo original y absolutamente magnífico que se sale de la media sobre la zurdez: «The Evolutionary Mystery of Left-Handedness and What it Reveals About how the Brain Works» de Maria Popova en Brain Pickings y que analiza el libro de David Wolman: «A Left Turn Around the World: Chasing the Mystery and Meaning of All Things SouthPaw»
Feliz Lunes de Pascua!!